viernes, 16 de julio de 2010

Escándalo político-fiscal en Francia. (Y III) Las revelaciones de Claire Thibout.


La millonaria Liliana Bettencourt, la mujer más rica de Francia. “He hecho regalos a amigos por mil millones de euros ¿Y qué pasa?


Patrice de Maistre, administrador y ex abogado de la heredera de L'Oréal.


Nicolás Zarkozy: “Me gustaría que mi país se interesara más por temas como la jubilación y no se abalanzara sobre el primer horror o calumnia que llega”


En sus declaraciones a MediaPart, Claire Thibout, ex contable de Bettencourt, no aportaba pruebas pero sí daba detalles que otorgan al relato, al menos, verosimilitud. La ex contable de Bettencourt contaba que Patrice de Maistre, gestor personal de la fortuna de Liliana, era quien se ocupaba de “pagar a los políticos”. Y que, a finales de marzo de 2007 (dos meses antes de las elecciones presidenciales) le pidió 150.000 euros en efectivo. “Yo le pregunté para qué y él me respondió: 'Para financiar a Sarkozy'. Le contesté que solo tenía autorización para sacar del banco 50.000 euros cada semana. Insistió, con un verdadero ataque de nervios, pero yo me seguí negando. Luego, le di los 50.000 a madame Bettencourt, que los metió en un sobre y se los dio a De Maistre, delante de mí. Puse en el cuaderno de contabilidad: 'Bettencourt', que era lo que ponía cuando se trababa de sumas para políticos a fin de no dejar huellas. Después, sacó los 100.000 que faltaban de la cuenta de Ginebra. Y me dijo que tenía una cena muy pronto con Eric Woerth”.

El escándalo político-fiscal en torno a la mujer más rica de Francia, y las relaciones de ésta con algunos miembros del gobierno mantiene contra las cuerdas al ejecutivo que preside Nicolás Sarkozy. En una visita del presidente francés al hospital Brie-Comte-Robert, cerca de París, Sarkozy prefirió referirse al tema de refilón, desde una hipotética posición de altura –no como afectado–, y, con una muesca de asco y de desprecio, aseguró: “Me gustaría que mi país se interesara más por temas como la jubilación y no que se abalanzara sobre el primer horror o calumnia que llega”.

Woerth, ministro encargado de tramitar la reforma de las pensiones, negó en la televisión los hechos, culpó al Partido Socialista de estar detrás de la campaña, a su juicio, orquestada contra él, y aseguró que no iba a dimitir. “No hay ninguna razón para hacerlo”. Y añadió, dirigiéndose a la presentadora: “Nunca, y míreme a los ojos, he tocado un euro ilegal”. Antes, en la Asamblea, había confesado a sus compañeros diputados: “Tengo ganas de estrangular a alguien”. El viernes pasado, aparecía ante la pantalla televisiva Liliana Bettencourt, la mujer más rica de Francia, con una fortuna de 17.000 millones de euros, declarando que escondía dos cuentas opacas en Suiza que, según prometió, iba a recolocar en Francia. A la pregunta de si entendía que la opinión pública se alarmara, tras enterarse de que había hecho regalos a un amigo por 1.000 millones de euros, respondió despectivamente: “Sí, lo entiendo; ¿y qué pasa?”.

Por su parte, Nicolás Sarkozy, entrevistado por el canal de televisión France 2, denunciaba el pasado lunes las “calumnias” y “mentiras” en relación a su vinculación con presuntas irregularidades fiscales de la multimillonaria Liliane Bettencourt. El presidente galo manifestó su “total confianza” en su ministro de Trabajo, Eric Woerth, y aseguró que éste llevaría adelante la reforma de las pensiones, uno de los proyectos “estrella” de su Gobierno. “Eric es un hombre honesto –declaró– Tiene toda mi confianza. Posee una dignidad que hace honor a la clase política”. El presidente vinculó los ataques contra Woerth con la resistencia de la oposición política al proyecto de reforma de las pensiones, que retrasa en dos años, hasta los 62. Y remató: “Quiero que Woerth se dedique exclusivamente a la reforma de las jubilaciones”.

La policía francesa mantenía ayer detenidos a tres hombres clave del caso Woerth-Bettencourt. Uno de ellos es Patrice de Maistre, director del bufete que administraba la fortuna de la heredera de L'Oréal, administrador, amante, ex abogado de la heredera de L'Oréal y gerente de su isla en las Seychelles quien y empleaba a Florence, la esposa del ministro Eric Woerth. Igualmente, permanecían detenidos Fabrice Goguel, ex abogado fiscal de Bettencourt y De Maestre, y el artista gigoló, Francois-Marie Barnier, quien se hizo con mil millones de euros de la anciana Bettencourt. Sarkozy y Woerth han intentado obstaculizar el nombramiento de jueces independientes para el caso que está desestabilizando al ejecutivo francés desde mediados de junio, tras publicarse unas grabaciones de conversaciones privadas en las que De Maistre, gestor de fortunas, hablaba con Liliane Bettencourt de dinero para el partido de Sarkozy, la UMP, cuyo tesorero, Eric Woerth ya ha anunciado que dejará su cargo el 30 de junio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de que Zapatero suprima las secciones de contactos en la prensa, quiero ofrecerme como amigo de Liliana Bhetencourt. Suyo afectisimo.
chiflos.