domingo, 10 de octubre de 2010

La vena taurina del PP y las plataformas y partidos antitaurinos.


El PP saca su vena heroica y prefiere ver morir al toro en una plaza, después de 20 minutos de lucha, que en la oscuridad del matadero.

Con los votos en contra de todos los grupos, salvo el PP –promotor de la iniciativa–y la UPN, el Pleno del Senado rechazaba el miércoles pasado la declaración de la fiesta de los toros como “Bien de Interés Cultural”. Tampoco quiso iniciar las gestiones ante la Unesco para incluirla en el listado mundial de Patrimonio Cultural Inmaterial. En boca de su portavoz , Pío García-Escudero, vicepresidente de la Asociación Taurina Parlamentaria, los populares anunciaron que se trataba del “segundo espectáculo con más espectadores después del fútbol” y recordaron que “cada año, pasan por taquilla para entrar en una plaza de toros más de 13 millones de personas”. Finalmente, advirtieron que sopesarían elevar al Tribunal Constitucional la prohibición aprobada por el Parlamento Catalán y amenazaron con llevarla a cabo. Agrupados en la Mesa del Toro, los profesionales del toreo preparan varios informes jurídicos para, a través de la Defensora del Pueblo, presentar un recurso de inconstitucionalidad a la ley del Parlamento catalán que prohíbe las corridas en su ámbito.


Pío García-Escudero, portavoz del PP, defiende la propuesta de proteger la lidia, toreando y matando violentamente a los toros. Fotos Marta Jara.

Durante el debate, García-Escudero habló del toro como “animal mítico, símbolo de fortaleza, valentía y fecundidad”. Y utilizó la literatura para sostener que los toros son parte de la historia, el arte, la tradición, el sentimiento y la emoción de España, haciendo un repaso histórico de este espectáculo. “El hombre –reflexionó en voz alta– busca con el toro, el más bello de los animales, una relación especial, intentando lograr el trasvase de algunas de sus características. En la última mitad de su vida de Picasso, quiso ser toro”. Declaró que “el torero es un artista, como el pintor, el poeta, el compositor o el escultor”, pero, mientras que el escultor “modela el barro, rectificando cuantas veces quiera, el torero tiene que improvisar, necesita la inspiración inmediata y no puede corregir. Y, en todo momento, se está jugando la vida”. En un éxtasis místico que caracteriza al PP en sus creencias, García-Escudero hizo hincapié en que “el toreo es expresión artística, rito, valor histórico y cultural, tradición popular, un sentimiento y una emoción”. Criticó la incoherencia que, a su juicio, significaba que el Parlamento Catalán hubiera prohibido quince semanas antes las corridas –decreto que entrará en vigor en enero del 2012–, pero que protegía los festejos populares en los que también intervienen toros. E indicó que si la fiesta ha de terminar en Catalunya, que sea porque la afición se extinga, no porque se prohíba. Porque “si yo fuera toro de lidia –llegó incluso a decir, colándose en la piel del astado– preferiría mil veces morir en una plaza después de 20 minutos de lucha que sufrir una larga agonía, como sucede con los correbous o las capeas, para después morir en la oscuridad de un matadero”. Ni eso fue suficiente para convencer a la Cámara.


El socialista Roberto Lerchundi, declarado aficionado a los toros, estimó “emocionante que el PP citase a comunistas como Hernández o García Lorca y se apropiara incluso de sus palabras para defender su moción”. Pero lamentó que el PP no hubiera “argumentado para nada la moción que presentaba”. Dijo que la moción de los populares se presentaba únicamente porque, en noviembre “hay elecciones en Catalunya”. Le recordó que la Ley de Patrimonio establece que el Estado no es competente para declarar una fiesta como la de los toros “Bien de Interés Cultural”, ya que es competencia de las CCAA, y le pidió “no enaltecer lo que no es necesario”. “El toreo –añadió– se acabó en los noventa en Canarias y no pasa nada. Hay ciudades que son antitaurinas y no pasa nada. No hay que adoptar medidas populistas que sólo crean confusión, como esta moción, lesiva para las CCAA y despectiva con el Senado”. Añaki Anasagsti (PNV), siguiendo con el juego literario, dijo que le daría “dos orejas y el rabo” al socialista Lerchundi por sus planteamientos, “básicamente porque esto es competencia de las CCAA”.


Josep Maldonado, senador por CIU, recordó que mucha gente “no quiere ver las escenas de sufrimiento que se producen en las plazas de toros”, y que “las corridas están en franca decadencia y esto supone un amplio rechazo popular a esta actividad”. Repitió que no negaba su carácter tradicional y cultural, pero que “ambas circunstancias no justifican la crueldad. Que las corridas de toros carecen de ética y de apoyo social y la decisión del Parlamento de Catalunya de abolirlas fue aplaudida internacionalmente”. (Ver “Taurinos y antitaurinos en el parlamento catalán”, aparecido en 21 de marzo pasado en este mismo blog). Y advirtió que el PP presentaba esta moción únicamente “porque, en noviembre, hay elecciones en Cataluña”. Para Miquel Bofill, de la Entesa, “más allá de la liturgia de un combate simulado, en las corridas se asiste a la tortura de un animal tan sensible al dolor como cualquier otro mamífero. Quizás los toros no tengan nuestras referencias culturales y nuestra imaginación a la hora de sufrir, pero su sistema nervioso les hace tan sensibles como cualquier mamífero, como nosotros, al dolor”


García-Ecudero y De Cospedal, rodeados de protaurinos en el Senado.

El debate fue seguido desde la tribuna de público de la Cámara Alta por más de 60 representantes del mundo del toro. Entre los invitados, estaban, entre otros, el ganadero Vitorino Martín; Ángel González Jurado, presidente de la Corte Internacional de Arbitraje Taurino; Julio Martínez, de la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España; Carlos Núñez, presidente de la Mesa del Toro. Y diestros como José Miguel Mora (Joselillo), José Miguel Arroyo (Joselito), David Mora, Ángel Gómez Escorial, Valentín Mingo, Luis Francisco Esplá, además de Fernando Gallego de Chaves, Marqués de Quintamar, varios banderilleros y diversos empresarios taurinos. “Hablamos de 'la Fiesta' –cuenta Carlos Núñez– y ahí estábamos la parte fundamental de ‘la Fiesta’, la sociedad civil, que representamos a toda la familia taurina”. De esta manera, dos meses después de que el Parlamento de Cataluña acordara su prohibición, el PP debatía una moción que recibió 129 votos en contra, 117 a favor y una abstención. Y anunciaba, tras haber perdido la votación, que estudiaría recurrir ante el T. C. la prohibición de las corridas en Catalunya.


Esperanza Aguirre, forofa de los toros, en una corrida en Las Ventas.


El pasado 4 de de marzo, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, declaraba que los toros “son un arte que merece la pena declarar como Bien de Interés Cultural para que estén bien protegidos” puesto que “no sólo los monumentos o museos deben protegerse, sino también los bienes inmateriales”. Aguirre insistiría en que “a nadie le puede extrañar” que Madrid declare la Fiesta de los Toros como BIC porque “la cultura taurina es algo que, desde tiempo inmemorial, está en la cultura española y mediterránea”. “No hay más que ver –resaltaba, sacando argumentos de unas simples citas que, desde Goya, Picasso, García Lorca, y, fuera de nuestra cultura, Hemingway y Orson Wells, se ocupaban de los toros como arte “porque es un bien cultural a proteger”. Al día siguiente, se sumaban a la misma causa otras comunidades gobernadas por los populares: Murcia y Valencia. Ecologistas, verdes y antitaurinos tildaron la decisión de la Comunidad de Madrid de “pataleta demagógica” y de “retroceso” y acusaron a Aguirre de querer politizar un asunto, aprovechando el debate que desarrollaba el Parlamento catalán.


Esperanza Aguirre, sola, en una plaza de toros.


El que la “lideresa” apareciera en una fotografía con un capote de brega en las manos era para el entonces ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, una actitud “populista” y confirmaba el “oportunismo político de algunas comunidades autónomas” tras el debate abierto en Catalunya. Corbacho defendía que “todos” puedan expresar “sus opiniones”, dada la madurez democrática de las instituciones, e insistía en que el debate debía respetar cada uno de los puntos de vista, evitando los radicalismos. Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera, reconocía que no era razonable que un asunto de esa naturaleza fuera “objeto de una polémica institucional”. Siete meses más tarde, la Asamblea de Madrid admitía a trámite la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretendía eliminar la excepción de los toros de la ley de protección animal. La abolición de las corridas en la comunidad madrileña fue llevada a pleno, pero la mayoría del Partido Popular en la Cámara tumbó la iniciativa de la plataforma “La tortura no es cultura”, una entidad que sumaba por vez primera las fuerzas de las 18 principales asociaciones de defensa de los derechos de los animales de toda España.


Marta Esteban, presidenta de la plataforma “La tortura no es cultura.

Marta Esteban, presidenta de esta plataforma, lamenta que el debate, al contrario del celebrado en el Parlament, estuviera protagonizado sólo por los partidos políticos y no se den las condiciones para discutirlo. “Es una pena que los expertos no pudieran exponer sus puntos de vista –se queja Esteban, quien critica que, en Madrid, ‘suban los gastos en festejos taurinos en plena crisis’–, pues seis de cada diez personas rechazan o no les interesan los toros”. Pero se felicita por las 51.600firmas recogidas para llevar la ILP a la Asamblea de Madrid, 1.600 más que las necesarias. “Lo que demuestra que no es verdad que el movimiento antitaurino se limite a una cuestión nacionalista en Catalunya”. Marta advierte de que, después de Madrid, vendrán Asturias, Comunitat Valenciana, Andalucía e Illes Balears, donde también se llevarán a cabo recogidas de firmas con el mismo objetivo. En el caso de la Comunidad Valenciana, que siguió a Madrid en la decisión de declarar los toros Bien de Interés Cultural, Leira Pajín, del PSOE, aseguró que a muchos ciudadanos de la región les gustaría que el Ejecutivo local (del PP) protegiera del mismo modo “la sanidad pública, la educación y esos ordenadores que no van a tener los niños de la Comunidad por la falta de visión política y la miopía de los miembros del gobierno del señor Camps”. Cayo Lara, coordinador general de IU que formó parte de la primera corporación municipal donde se decidió sustituir la plaza de toros por un auditorio “para que la gente fuese a cultivarse y a hacer fiestas”, señaló que los dirigentes del PP que realizaban esta propuesta “forman parte de la España cañí”. Y aclaró que él no podía designar el sufrimiento de un animal con el nombre “fiesta”.


Según Mirea Barbeito, presidenta del PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal), una encuesta realizada por Gallup indica que al 68,8% no le interesan los toros o está en contra de las corridas. “Si la gente que no muestra interés conociese el sufrimiento del toro –declara en una entrevista con Henrique Mariño en febrero pasado–, se volvería definitivamente en contra. Por desgracia, el toro es el símbolo nacional por excelencia. Se trata de una tradición tan arraigada que es difícil removerla. Basándonos en ella, las mujeres seguirían recluidas en el ámbito doméstico porque así estuvieron durante siglos. Hablamos de una tradición bárbara, de un espectáculo sangriento y de una escuela de violencia. Es tremendo que un niño se eduque en ese espectáculo de horror. Ninguna persona causaría dolor por diversión, excepto que fuese un sádico o un enfermo”. Barbeito asegura que, si los toros no fuesen toreados, tendrían una vida media de 30 años. ”Sin embargo, un toro de cinco años no es adecuado para una corrida. Son sacrificados con tres o cuatro años y viven mucho menos de lo que deberían…” Puntualiza que el toro de lidia no tiene características específicas heredadas. “¿Queremos criar animales para que tengan ese destino final? ¿Para que mueran de esa manera? Eso no tiene sentido. Se extinguen decenas de especies al día. Me parece un argumento muy simplista y con falta de visión. Estoy segura de que se mantendrían y vivirían muchos años felices en el campo… Desgraciadamente, torturar al toro es parte de la tradición española. Se cosifica a un ser vivo; por eso se le trata como un juguete a utilizar. Ninguna persona causaría dolor por diversión, excepto que fuese un sádico o un enfermo. Por todo ello, pedimos que esos actos no reciban la clasificación de festejo de interés turístico”.


“Ecologistas en Acción”, considera que el PP, con su defensa de las corridas de toros, “está representando a un muy minoritario porcentaje de la población española anclada en el siglo XIX que pretende imponer la tortura de los animales, la violencia y los espectáculos sangrientos frente a la cultura y la convivencia con todos los seres vivos”. Recalca que el PP pretendía, con la moción rechazada en el Senado, “boicotear” la decisión del Parlamento catalán de prohibir las corridas de toros, tomada tras la recogida de unas 180.000 firmas de ciudadanos, y no respetar el reparto de competencias entre la administración estatal y las autonómicas. Y mostró su satisfacción por el rechazo a la propuesta del PP de declarar las corridas de toros como Bien de Interés Cultural.


“Sé humano, ponte en su piel”.


“Ecologistas en Acción”, confederación de estructura asamblearia, fruto de la unificación, en diciembre de 1998, de más de 300 grupos ecologistas de toda España, forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado e insostenible, del que derivan también otros problemas sociales, modelo que es necesario transformar si se quiere evitar la crisis ecológica. Para ello, realiza campañas de sensibilización así como denuncias públicas contra aquellas actuaciones que dañan el medio ambiente. “Ecologistas en Acción” inició la campaña contra las corridas de toros, bajo el lema “sé humano, ponte en su piel”. La campaña pretende informar de las consecuencias reales que para los toros tiene esta actividad, que se reconozca que todos los animales tienen sus derechos, y potenciar la declaración de pueblos y ciudades antitaurinos. Las corridas de toros y los festejos taurinos en general, son todavía frecuentes, y aunque el número de aficionados ha descendido en los últimos años (ver datos de la última encuesta de Gallup), el apoyo, político y económico, de las administraciones locales y autonómicas está favoreciendo esta actividad.


Muestra de humor en Valencia. Sebas, junto a su dibujo.

Cambiamos de tema y pasamos al humor. El Aula CAM La Llotgeta de Valencia inauguraba el pasado jueves la IV Mostra D'Humor Gráfic, con 180 obras de dos centenares de autores de 44 países que critican la violencia en cualquiera de sus formas. La muestra está organizada por Caja Mediterráneo, la Unió de Periodistes Valencians y FECO España y podrá visitarse hasta el próximo 12 de noviembre. La exhibición probablemente será itinerante. El lema elegido para esta edición es la violencia o la ley del más fuerte, el abuso de poder sobre el más débil que choca frontalmente con la libertad, la convivencia, la democracia, la igualdad.


Otra exposición de humor gráfico digna de ser visitada es la XVII Muestra Internacional de Humor Gráfico, en Alcalá.


El Roto dibuja lo que el toro piensa en las plazas. Otros dibujos humorísticos nos hablan de la de la incontinencia petrolífera, del asa y mente vacías, de los psicópatas del toreo o del otoño a la vista.





Territorio Vergara nos muestra esta semana: El Nobel de la Paz desata una batalla diplomática, Barro rojo, La comida, Otra vez Mafo y Mientras tanto, la banca…






Manel Fontdevila presenta: Tan lejos, Lapsus, PSM, La confianza e Impensable.





Y Pep Roig, desde Mallorca, dibuja: Soñar con soñar, Tranquilo, Pasa palabra, Tatumoda y Domesticados.







Terminamos con tres vídeos:


1 comentario:

Anónimo dijo...

El hecho antropológico no debe interpretarse en clave actual de ideologización politica. Entre otras razones,-y en el caso que nos ocupa- porque la Izquierda Española desde su tradicional quehacer vindicativo ha sublimado en mayor medida que la derecha, la excelsidad artística y perceptiva en la relación toro-hombre. Del mismo modo y como de quien portare una cruz cristiana, no podría determinarse previamente si es votante del PP o del PS. Esto es así porque nos referimos a causas que han configurado el "ser" en un mismo espacio propio aunque equidistante en el tiempo. En todo caso, que gran coincidencia y significación la de que los toros mueran torturados en la plaza como Jesús en la cruz. Quizá sea para salvarnos.

Chiflos