jueves, 30 de diciembre de 2010

Santiago Gómez Sierra, de gestor de CajaSur a obispo.


Santiago Gómez Sierra, ex presidente de CajaSur.


Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, abraza a su inseparable Santiago Gómez.

El cura Santiago Gómez Sierra, elegido por Benedicto XVI como nuevo obispo titular de Vergi y auxiliar de Sevilla, será consagrado el próximo 26 de febrero. De esta manera, la Iglesia recompensa la acción del que, desde diciembre de 2006 hasta mayo del 2010, fuera el presidente de CajaSur, un bólido en manos de un canónigo que, con la ayuda de Juan José Asenjo, arzobispo coadjutor de Sevilla, ha llegado a la meta episcopal. Un trofeo conseguido por el último presidente de CajaSur y responsable de la entidad cordobesa, en su ruinosa etapa económica final.

Fundada por tres sacerdotes, hace 139 años, Cajasur estaba regida por gestores del cabildo de Cordoba hasta que, a mediados del 2010, tuvo que ser intervenida por el Banco de España. Posteriormente, fue vendida por subasta a la vasca BBK y Gómez Sierra, junto Juan Moreno, el anterior presidente de CajaSur, y otros 38 miembros de los dos últimos consejos de Administración, fueron expedientados por el Banco de España, acusados de tres faltas muy graves y una grave, con sanciones de hasta 150.000 euros y penas de inhabilitación. Una descalificación que no cuenta para nada en su carrera eclesiástica en la que acaba de conseguir la mitra.

Recordemos que, el 22 de mayo de 2010, el Banco de España intervino CajaSur al rechazar ésta la fusión con Unicaja dentro del proceso de reordenación bancaria. Pocos días antes, CajaSur había comunicado unas pérdidas en el primer trimestre del año fiscal de 114 millones de euros. Posteriormente, CajaSur señalaba pérdidas por importe de 596 millones de euros en el año fiscal de 2009. Desde el propio Banco de España y desde diversas entidades públicas y privadas, incluyendo la Junta de Andalucía, se había instado a CajaSur, y en especial a la Iglesia Católica, mayoritaria en la entidad, a buscar una fusión con otra caja de ahorros. No obstante estar avanzado el proceso de fusión con Unicaja, en la madrugada del 21 al 22 de mayo, CajaSur, a propuesta de Santiago Gómez Sierra, prefirió la intervención del Banco de España antes que fusionarse, con el argumento de que no se fiaban del presidente de Unicaja, Braulio Medel.

Pero ¿de qué se acusa a este preclaro hombre de la Iglesia que ha sido premiado con la mitra y el báculo, demostrando así que obró de acorde con la autoridad papal? De algo que, al parecer, era insignificante para la Iglesia. De no obedecer al consejo civil, prefiriendo seguir el consejo eclesiástico, pese a que, las pérdidas que arrastraba CajaSur eran de 196 millones de euros, partida que creció hasta los 850 millones y acabó, por el momento, en 952 millones. Una minucia para los responsables del Vaticano, quienes premiaron a Santiago Gómez con este nombramiento que “proviene de la mano de Dios” y ha permitido a Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, sentar a su lado al canónigo y deán del Cabildo Catedralicio que ya estaba entre sus hijos predilectos mientras se sucedían las calamidades de CajaSur. Así, de nuevo juntos, podrán seguir haciendo de las suyas a mayor honra y gloria de una Iglesia que no se resigna a depender del criterio del Estado cuando de temas pecuniarios se trata.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Temblad parroquianos. Vuestro consuelo en la fe subirá por encima del ipc.
chiflos.