jueves, 21 de julio de 2011

La histriónica dimisión de Camps.

La sombra de Camps.


Francisco Camps, president de la Generalitat valenciana, anunciaba ayer su dimisión, seis días después de que el juez Flors ordenara llevarle al banquillo de los acusados por cohecho. Camps quiso dar una imagen de víctima, asegurando que dejaba la Generalitat, siendo completamente inocente, “con la conciencia tranquila”. Y recalcó que se iba “rodeado de amigos, compañeros, lealtades e ilusión”, defendiendo que “hoy, los que me han atacado, pierden para siempre”. A punto estuvo de seguir la fórmula presentada por F. Trillo, enviado del PP, declarándose culpable. Pero, en el último minuto, prefirió desistir. Y se refirió a los trajes como “una gran mentira” y una “cuestión falsa”. Pero, si hubiera presentado las pruebas de que los compró con su dinero, no hubiera tenido que hacer este “gesto generoso”.

Camps aseguró estar así “liberado” para poder defenderse de “estas infamias e insidias”. No obstante, el juez pretende procesarle por un supuesto delito de cohecho impropio al recibir los trajes de la trama Gürtel. Camps está acusado de haber mentido durante todo este tiempo, por lo que debe pagar una multa de 49.500 euros. Pero él insiste en que deja la presidencia de la Generalita “inocente, completamente inocente”. Y en que “no han podido demostrar nada porque no hay nada”.

Mariano Rajoy le había llamado el martes para forzarle su renuncia y asegurarle que tenía que elegir entre “la deshonra” de ser un presidente autonómico condenado o renunciar a su cargo. Entre risas, Camps insiste en ofrecer este sacrificio personal para “no ser nunca ni el más mínimo obstáculo para que Rajoy llegue a los 46 millones de españoles. España necesita de un gran líder y de un gran proyecto político. Es una decisión persona, firme y sentida. A favor de mi partido”. En un comunicado, Rajoy asegura que la dimisión no “empaña ni contradice” la opinión que “siempre ha tenido sobre Camps ni su honorabilidad”. Y el muy honorable asegura que se va “sin rencor, sin sentimiento negativo, y sin dolor de corazón, con menos de lo que vine, con mucho menos”.

Ana Mato defendió a Camps, “una persona honrada”, y advirtió de la confianza puesta en él, pese al judicial abierto. En declaraciones a los periodistas advirtió: “Los valencianos le han votado mayoritariamente porque ha realizado una magnifica labor”. Y José Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura, defiende su “presunción de inocencia”. Sin embargo, las presiones de Génova le habían obligado a desistir de su empeño.

Las contradicciones de su renuncia chocan con las repetidas declaraciones de Mariano Rajoy, Esteban González Pons, Dolores de Cospedal y Javier Arenas que le han estado apoyando desde hace más de dos años. Rajoy dijo de él que era un extraordinario dirigente, un político honrado que está en indefensión porque no sabe si se le acusa de algo. “Ambos –dice de él el 26 de marzo del 2009–somos parecidos; sé cómo es su mujer. Conozco a sus hijos y puedo decir que es una persona honrada y lo de los trajes no me lo creo. En este partido, todos le respaldamos y estamos absolutamente convencidos de su inocencia”. El 6 de mayo de 2010 dijo de él: “Camps será el candidato diga la Justicia lo que quiera. […] Eso de los tres trajes, yo no me lo creo”. Esteban González Pons, portavoz y vicesecretario general, decía que Camps estaba sometido a un juicio mediático casi inquisitorial”. El 1 de febrero de 2011 declaraba: “En la medida en que apostamos por su inocencia, aportamos por su candidatura”. Un mes y medio más tarde, aseguraba: “Camps está imputado porque le han regalado cuatro trajes y cuatro corbatas. Por esto no se vende un presidente. Pongo las dos manos en el fuego por él”. Dolores de Cospedal, secretaria general, declaró: “Ninguna persona de bien...se vende por tres trajes. Camps es víctima de un ataque político en toda regla”. Y Javier Arenas, vicesecretario general, advertió: “Toda la dirección del PP apoya a Francisco Camps y la única hipótesis que tenemos planteada de cara al futuro es como candidato a la Generalitat”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Histriónicas,las falsas despedidas de Zapatero. Su levedad del ser, su estar no estando, no siendo, es ciertamente insoportable. Ha transcendido casi a la invisibilidad y alcanzado el estatus de la Realeza. Ya no es responsable de nada, pero si de todo, como refrendador último de los actos de los otros. En España, ahora mismo hay dos monarquias solapadas, con Sofía y Sonsoles como consortes.
Que pesadez y que espesura.

chiflos.