domingo, 18 de diciembre de 2011

Urdangarin, el indignado.


El duque de Palma está “preocupado, apesadumbrado y un poco indignado por lo que está saliendo en los medios”, según su abogado, Mario Pascual Vives. Quevedo, de ser contemporáneo del miembro de la Casa Real, seguro que hubiera incluido al personaje en su “aguacil aguacilado” o hubiera creado una obra especial para él. El portavoz de Urdangarin aseguraba, a principios de semana, que desconocía el anuncio de la Casa del Rey de apartarlo de las actividades oficiales y defendía a capa y espada su plena inocencia, recordando que el duque al que representaba ni siquiera estaba inculpado. El abogado catalán había sido requerido por Urdangarin a mediados de noviembre. “Me pidió si le podía echar una mano y me escogió por una cuestión de confianza. Mi objetivo es serle útil aquí, sobre todo con la lejanía que representa que él resida en Estados Unidos”. Pero, curiosamente, al mes de estallar el escándalo y antes incluso de que Urdangarin sea procesado, el rey ponía al yerno a los pies de los caballos judiciales al declarar Rafael Spottorno, portavoz de la Casa del Rey, que el comportamiento del duque no “parece” haber sido “ejemplar”. De momento, el rey le ha apartado de toda actividad oficial de la familia real, aunque sin exigirle que devolviera el dinero desviado por su ONG. Urdangarin ya no aparece en los actos oficiales ni su imagen está junto a la de la familia real de cera. La decisión real parece haber sido tomada “de mutuo acuerdo” con el esposo de la infanta Cristina. El exbalonmanista debería ser capaz de entender que, cuando se produce un robo, el indignado suele ser la víctima y no el presunto ladrón. Y cuando se saquean las arcas públicas, las víctimas son los ciudadanos que las nutren con sus impuestos, no el saqueador. Algo que, incluso para un duque, no parece muy difícil de entender.


Foto aparecida en “Público” el 8 de diciembre pasado, con el titular: “La familia real se recorta”, sin la presencia de Iñaki Urdangarin ni su mujer, la infanta Cristina; sin Jaime de Marichalar, ni la infanta Elena.


El anuncio formulado por el nuevo jefe de la Casa del Rey, durante un encuentro informativo en la Zarzuela, dejaba una incógnita: la de si la infanta Cristina, que compartía con su marido una de las empresas investigadas, desaparece también de la agenda. “Ya veremos”, respondía Spottorno, quien aprovechaba para anunciar que la Casa del Rey publicaría su cuentas en su web antes de fin de año, con detalle de “partidas y subpartidas” sobre la asignación estatal (8,43 millones para sostenimiento del rey y su familia). Fuentes consultadas consideraban previsible que la información desglosase igualmente las asignaciones percibidas por los príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina, aunque no daban garantías. ¿Podremos al fin saber con exactitud meticulosa lo que el rey gasta mensualmente? ¿O es más bien un nuevo juego de palabras? La Casa Real decía no estar en condiciones de pronunciarse sobre si hubo o no delito. Pero el rey había dejado caer a Urdangarin, lo que indicaba que consideraba grave la noticia sobre el caso y eliminaba el blindaje simbólico del que el duque podía gozar. El portavoz de la Casa del Rey declaraba que no era de su “competencia” que la infanta continúe o no como copropietaria de Aizoon SL. Y sobre Urdangarin, Spottorno recordaba que sólo era duque “consorte”, cuya “presunción de inocencia” defendía de forma explícita.




Tanto el PSOE como el PP consideran un “acierto” el nuevo paso real. Joan Tardá, diputado electo de ERC, critica que “la Casa Real vaya a remolque de los hechos” y censura la actitud de los Borbones, que “no han hecho los deberes en todos estos años. Con un gesto no es suficiente”. Se lamenta de que, hasta el momento, esto no se ha podido hacer por “la hipocresía de las dos grandes fuerzas políticas (PSOE y PP) y la connivencia de CiU”. No obstante, en su opinión, el anuncio de que la Casa Real vaya a hacer públicas las cuentas no es más que una muestra de que “trata a los ciudadanos como plebeyos. La cuestión es que el Parlamento tiene que tener capacidad de debatir todo lo que quiera sobre esta institución”. Tardá recuerda que “privilegios más opacidad es igual a corrupción”. Y que esta fórmula, “hay que romperla con más transparencia”. Por su parte, Cayo Lara, el coordinador federal de IU, exclama: “A buenas horas mangas verdes!” aunque da la bienvenida al anuncio. Recuerda que la federación de izquierdas lleva “varios lustros pidiendo esto en sede parlamentaria en cada debate de Presupuestos, y PP y PSOE siempre han unido sus votos para echar atrás esta propuesta”. E insiste en que la Casa del Rey diga “a qué se destina cada euro que va dirigido a su funcionamiento” venga de donde venga. Joan Baldoví, diputado electo por Comprimís, declara: “Ya era hora de que el rey fuera más transparente, aunque sea fruto de la situación que vive con el yerno, y, cuanto más pormenorizadas sean las cuentas, mejor”. Joan Coscubiela, diputado electo de ICV, critica que las “instituciones reaccionen a golpe de escándalo” y pone de relieve la urgencia de que la Ley de Transparencia sea una de las prioridades del Congreso en esta legislatura.



Iñaki Urdangarin.



Por de pronto, ha sido el propio rey, a través del diplomático Rafael Spottorno, jefe de su casa, el que ha emitido un juicio que lleva consigo apartar Urdangarin de todos los actos ofíciales, lo que le coloca casi en situación de persona “non grata” dentro de la Casa Real, algo que ha provocado enormes tensiones dentro de la Zarzuela. “Esas tensiones –escribe José Oneto, desde República-com– se han visto agravadas por la presencia de la Reina en el domicilio del matrimonio Urdangarin-Borbón en Washington y por la publicación de las fotos de tan inoportuna visita en el semanario ‘Hola’ lo que fue interpretado como un apoyo de Sofía en los actuales momentos de dificultades al matrimonio, así como por el papel en contra de su cuñado del Príncipe Felipe que, según se ha sabido, estuvo presente en la entrevista celebrada en el Palacio de la Zarzuela en la que el Rey le pidió formalmente a su yerno, que anunciase que se alejaba provisionalmente de todas las actividades oficiales… Tuvo que ser el Rey quien decidiera dar un paso que dividió a la familia, provocado conflictos internos dentro del equipo que forma parte de la Casa del Rey, un notable desgaste de los responsables de los servicios de prensa y, en algunos momentos, una situación de pánico”…



Urdangarin usó una fundación de niños discapacitados para evitar al fisco.



A medida que pasan los días, Iñaki Urdangarin sigue acaparando titulares tanto por su oscuro pasado de empresario como por su falta de escrúpulos para rentabilizar su pertenencia a la familia real. “Este jueves –decía La República.com–, hasta cuatro medios de comunicación publican nuevas revelaciones sobre el duque de Palma. Y por si todo lo que le compromete como empresario y como duque no fuera suficiente, nos hemos enterado de que eludió el servicio militar, en 1995, alegando una ‘sordera completa’. Dos años antes y, después de sucesivas prórrogas por su condición de deportista de élite, el Ejército había dictaminado que su supuesta lesión auditiva no era suficiente para declararlo exento”. El diario “El Mundo” revela que Urdangarin había usado una fundación de niños discapacitados y enfermos de cáncer para evadir impuestos a paraísos fiscales de Belice y Reino Unido. Se trataba de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), destinada a la ayuda de niños marginados, discapacitados y enfermos de cáncer, que es propietaria al 99% de la empresa De Goes for Stakeholder, de la que se sirvieron Urdangarin y Torres para llevarse fondos públicos a Belice. “La pista que llevó a la Fiscalía Anticorrupción a descubrir el fraude fiscal –según explica ‘El Mundo’– es un documento hallado en el registro llevado a cabo el pasado 7 de noviembre en el Instituto Noos y atribuido al contable, Marcos Tejeiro, que no es sino un exhaustivo manual de instrucciones en el que se explica con todo lujo de detalles cómo llevar a cabo triangulaciones de facturas entre las diferentes sociedades bajo su control con el único objetivo de burlar a Hacienda”



También Alberto Ruiz Gallardón pagó religiosamente a la Fundación de Urdangarín que desvió fondos de Noos.



El diario “Público” habla de la candidatura olímpica de Alberto Ruiz-Gallardón, la Fundación Madrid 16, creada por el alcalde de Madrid, y que pagó 144.000 euros a la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, la ONG infantil que supuestamente utilizó el duque de Palma para evadir impuestos a paraísos fiscales. “Libertad Digital” echa más leña al fuego y apunta a que Urdangarin eludió el servicio militar en 1995 alegando una “sordera completa”. Dos años antes y, después de sucesivas prórrogas por su condición de deportista de élite, el Ejército había dictaminado que su supuesta lesión auditiva no era suficiente para declararlo exento. El yerno del Rey se sometió a un nuevo examen que concluyó que su audición había empeorado sensiblemente. “Quizás hubo algo de exageración, pues hasta los sordomudos exageran. Si lo preferís, se le puede revisar de nuevo”, señala el coronel médico en el informe. Sin embargo, no hizo falta y Urdangarin quedó definitivamente exento de un servicio militar, entonces obligatorio, que le habría destinado a Ceuta. “La Gaceta” publica que Urdangarin hizo negocios con un príncipe saudí acusado de violar a una modelo española. Según informa este diario, el duque de Palma y el jeque Alwaleed Bin Talal Bin Abdulahziz Alsaud de Arabia Saudí, acusado de violar a una joven madrileña de 23 años, son socios en Mixta África, una constructora que edifica principalmente en el norte de África. Este jeque, que ocupa el puesto 26 entre los más ricos del mundo, es el máximo accionista, mientras que Urdangarin figura como uno de los accionistas minoritarios.



¿Por qué te callas ahora?, pregunta el coronel Amadeo Martínez Inglés al rey, el pasado 12 de los corrientes en Canarias-semanal.com. El artículo hace referencia a una presunta estafa multimillonaria, protagonizada por su yerno Urdangarin. Cito alguna de sus frases: “Sí, sí, regio suegro del atlético Urdanga; divino monarca enviado por el Espíritu Santo a este bendito país para velar por la democracia, la felicidad, la salud y el bienestar de sus sufridos ciudadanos; rey sin par que crees provenir del testículo derecho del emperador Carlomagno cuando en realidad lo haces de la pérfida bocamanga del genocida Franco”… Las alusiones al rey son de todo género: “Ultimo representante en España de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes que a lo largo de los siglos han conformado la foránea estirpe real borbónica culpable del atraso, la ignorancia, la degradación, la pobreza, el odio y la miseria generalizada de centenares de generaciones de españoles; presunto (estamos en un Estado de derecho aunque no lo parezca) malversador de fondos públicos para pagar francachelas sexuales”… Y le pregunta, de nuevo: “¿Por qué callas ahora? ¿Por qué no hablas, y cuanto antes, a los españoles? Primero ¡faltaría más! de las andanzas presuntamente delictivas (los jueces hablarán próximamente) de tu deportivo yerno, ese caradura integral que se ha valido de su matrimonio (con el, seguramente, también delictivo consenso de su gentil esposa) y de la impunidad casi absoluta de que ha gozado hasta ahora la llamada familia real española, para apropiarse de millones de euros del erario público… Porque, amigo monarca, ya conoces los populares dichos: ‘A todo cerdo le llega su San Martín’ y ‘El tiempo coloca a cada uno en su lugar’. Y a ti, y a toda tu familia y parentela más o menos cercana de enchufados, vagos y maleantes de toda laya, parece ser que está a punto de llegaros esa suculenta y tradicional onomástica de ancestral raíz gastronómica a la vez que el justiciero ‘devenir temporal de la historia’ os arrincona sádicamente contra vuestro propio latrocinio y contra vuestra y escandalosa corrupción; decidido a bajaros a todos a las negras profundidades del infierno político y social”.



Amadeo Martínez Inglés, coronel del Ejército español.



El artículo de A. Martínez Inglés, demasiado largo para copiarlo íntegramente, termina con estas palabras: “¡Deja ya de hacerte el muerto! ¡Deja ya de emplear medios del Estado (aviones militares y demás) para acudir a grandes premios de Fórmula I o torneos internacionales de tenis a la par que eludes con total desvergüenza las escasas y ridículas obligaciones de tu medieval cargo... y habla! Cuéntanos a los españoles si conocías o no las presuntamente delictivas andanzas de tu todavía yerno, el Urdanga ése, y por qué te hiciste el sueco si, como es de cajón, las conocías. Y, también, nos pones al corriente de a cuanto asciende a día de hoy tu amañada fortunita, de cómo se desarrollaron (sin entrar en detalles morbosos, desde luego) tus pícaras alegrías amatorias con cargo a los fondos reservados del Estado español, de como transcurrió el tortuoso día (23-F del 81) en el que salvaste a todos los españoles... y de todas las demás guarrerías personales y familiares cometidas en tu ya largo reinado. Así, los españoles nos iremos enterando de todo ello sin tener que acudir a Internet y los jueces y los diputados electos del Partido Popular del hoy ‘muy asustado y mudo Rajoy’ podrán ir tomando nota. Para cuando haga falta, naturalmente...”



Urdangarin se vio hace unas semanas en Zarzuela con el Rey y el príncipe Felipe.



El miércoles se presentaba en Barcelona, la Fundación Príncipe de Girona, creada en 2009, para promover la educación de los jóvenes y atender problemas sociales, en la que Felipe de Borbón hacía sus primeras declaraciones desde que se desveló la trama, marcando sus distancias con Urdangarin. “Somos –dijo– una fundación joven, pero contamos con valiosas alianzas y con una ambición honesta y transparente”. Dos días después de que la Casa Real anunciara que apartaba a Urdangarin de la actividad oficial, el príncipe reivindicaba el “compromiso” y el “interés común” que rige la institución que presentaba. Una fundación, “basada en el rigor, la seriedad y la coherencia”. Felipe no realizó ninguna mención directa al escándalo que afectaba a su cuñado pero estas definiciones despertaron la imagen contraria ofrecida por los negocios de Urdangarin. El discurso coincidía en la misma semana en que Urdangarin culpaba a los medios de comunicación del daño que sus actividades “han podido causar a la Corona”. ¿Pura coincidencia o acto premeditadamente calculado en el que intervino el alcalde de Barcelona y el ministro de Educación en funciones? En todo caso, nadie mentó al yerno del rey ni su presunta habilidad para lucrarse con entidades sin ánimo de lucro. La FPdGi entregó los premios “Impulsa”, uno de cuyos galardonados fue la Fundación Balia para la Infancia, que, desde 2007, tenía en su consejo asesor al Duque de Palma, Iñaki Urdangarín.



El jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno.



El anuncio de una supuesta reestructuración de la familia real, que dejaría fuera a las infantas Elena y Cristina de Borbón, provocó, según revelaban a “El Confidencial” fuentes del entorno del monarca, un agrio enfrentamiento entre los dos hombres de confianza de Don Juan Carlos: su número dos, Rafael Spottorno, jefe de la Casa Real, y Alfonso Sanz Portolés, el secretario general de La Zarzuela. “Spottorno y Sanz Portolés –explica José L. Lobo, en el artículo ‘Guerra abierta entre Spottorno y Sanz Portolés’– son dos viejos conocidos que ya trabajaron juntos entre 1987 y 1992 en el gabinete de los ministros de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez y Javier Solana. Sus trayectorias profesionales volvieron a cruzarse un año más tarde en La Zarzuela: Don Juan Carlos nombró a Spottorno secretario general, a las órdenes de Fernando Almansa, e incorporó a Sanz Portolés a su Servicio de Protocolo. Cuando Spottorno abandonó la Casa del Rey, en 2002, su actual subordinado siguió en La Zarzuela, ya como jefe de Protocolo. Y ahora, nueve años más tarde, los dos veteranos diplomáticos vuelven a trabajar juntos a las órdenes del monarca. Las fuentes consultadas aseguran que los recelos entre ambos vienen de lejos, y que el jefe del Estado, conocedor de sus diferencias, ha preferido reunirlos otra vez a su servicio en esta nueva etapa para garantizarse su lealtad incondicional. El pasado mes de agosto, La Zarzuela anunciaba la incorporación de Spottorno como jefe de la Casa del Rey en sustitución de Alberto Aza, y un mes más tarde daba a conocer el ascenso de Sanz Portolés de jefe de Protocolo a secretario general…



Alfonso Sanz Portolés, el hombre tranquilo, secretario general de la Zarzuela.



José L. Lobo termina su interesante artículo con estas consideraciones: “Para complicar más las cosas, el responsable de Comunicación de La Zarzuela, Ramón Iribarren –un puesto clave en el organigrama del palacio, al que se incorporó en diciembre de 2009– tampoco goza de la estima profesional de uno ni de otro. En este ambiente enrarecido, el estallido del caso Udangarin sacude los cimientos de La Zarzuela. Superada por el aluvión de informaciones periodísticas que pone al descubierto el presunto entramado delictivo montado por el yerno del monarca en torno al Instituto Noos, la Casa del Rey extiende un cordón sanitario alrededor de Iñaki Urdangarín para evitar que su caída arrastre a la Corona y levanta un muro de espeso silencio… Iribarren y el departamento de Comunicación filtran la supuesta intención de Don Juan Carlos de restringir la Familia Real a los Reyes, los Príncipes de Asturias y las hijas de éstos. Y el monarca, según las fuentes consultadas, estalla en cólera. Spottorno, urgido por el Rey, quiere cortar cabezas. Y exige responsabilidades por lo ocurrido a Sanz Portolés, –ya que el departamento de Comunicación de La Zarzuela-pomposamente denominado Unidad de Relaciones con los Medios de Comunicación– depende directamente del secretario general. El jefe de la Casa del Rey fuerza entonces a Sanz Portolés a emitir un insólito comunicado oficial en el que este último asume públicamente su error. De esta forma, el número tres del palacio es quien primero paga los platos rotos. Pero el verdadero chivo expiatorio del desaguisado es Iribarren, a quien ya se busca sustituto, y que podría tener las horas contadas”.



Urdangarin, cambiado de sitio en el Museo de Cera.



El Museo de Cera de Madrid decidía el jueves apartar la figura del Duque de Palma de Mallorca de su espacio actual, ubicado al lado de los Reyes de España y sus hijas. El Comité del Museo de Cera, encargado de tomar este tipo de decisiones, mucho más fáciles que las que la realidad conlleva, decidió quitarle la ropa de gala que lucía y la vistió con ropa de calle, desplazándola a una sala dedicada a los Deportes. Aprovecharon el movimiento para realizar algunos retoques a la figura, un poco deteriorada debido al paso del tiempo. No era el primer cambio operado en el Museo. Hace unos años, al emitir la Casa Real el comunicado anunciando el cese de convivencia con la Infanta Elena, la figura de su marido, Jaime de Marichalar, fue desplazada a la sala taurina, por su gran afición a los toros. Y, posteriormente, tras la inscripción de la sentencia de divorcio con la Duquesa de Lugo en el Registro Civil de la familia real, su figura fue definitivamente retirada del museo y guardada en un almacén. En este caso, el Museo de Cera, que siempre ha seguido el protocolo de la Casa Real, tendrá que resolver qué hacer con la figura del Duque de Palma, relegado de sus funciones de representación de Estado por su supuesta implicación en el caso del Instituto Noos. La semana que viene, el Museo de Cera retirará la figura del presidente del Gobierno en funciones, Rodríguez Zapatero, cambiándola por la de Mariano Rajoy una vez sea investido nuevo presidente por el Congreso de los Diputados.



En su artículo “Transparencia ejemplar“, Ignacio Escolar, precisa: “Poco tiempo después de que los duques de Lugo anunciasen el ‘cese temporal de la convivencia’, don Jaime de Marichalar fue apartado de la presidencia de la Fundación Axa y también de los consejos de administración de Cementos Portland (del grupo FCC), de Axa Mediterranean Holding y de Axa Winterthur Salud. Sólo el sillón en el consejo de Cementos Portland, según publicó la revista Tiempo, le proporcionaba al duque de Lugo un sueldo de unos 194.000 euros anuales; parece evidente que no dejó estos lucrativos cargos por propia voluntad. Como la valía, la profesionalidad y la experiencia de don Jaime no han cambiado –sólo lo ha hecho su estado civil–, es casi inevitable sospechar que estos puestazos estaban reservados para el yerno del rey, y no para un tal Marichalar.



“¿Son este tipo de intereses privados los que piensa desvelar la Casa Real con esa prometida transparencia que ha provocado indirectamente el escándalo Urdangarin? Lo dudo. Al fin vamos a conocer en qué se gastan los 8,4 millones de euros que, cada año, los contribuyentes españoles pagamos al rey. Es un paso importante que la Casa Real debería haber dado hace tiempo. Pero se queda corto porque seguirá siendo un misterio tanto el patrimonio como los ingresos privados de la familia real: una información que es opaca en España y completamente transparente en otras coronas europeas. ¿Puede la familia real participar en negocios privados? ¿Puede recibir el rey regalos suntuosos de empresarios? ¿Es compatible la jefatura del Estado con este tipo de intereses? ¿Sería aceptable –por comparar– que el presidente de la República francesa aceptase un carísimo yate pagado por empresarios o colocase a sus yernos en consejos de administración? ¿Cuánto cuesta realmente a los españoles la Casa Real?”



“¡Felipe da un puyazo a su cuñado –recuerda Manuel Rico, en ‘Frontera digital’–. El Príncipe Felipe aprovechó un acto en Barcelona para dar un puyazo a su cuñado Iñaki Urdangarin. Lo hizo de forma sutil, pero inequívoca, al reivindicar ‘la ambición honesta y transparente’ de la Fundación Príncipe de Girona. Con independencia de las posibles responsabilidades penales de Urdangarin, sobre las que debe decidir la Justicia, lo que ya está fuera de toda duda es que su comportamiento no ha sido ni transparente ni honesto. Y también que utilizó a varias fundaciones como pantalla para montar sus lucrativos negocios… Las palabras del príncipe van en la dirección correcta, aunque no ayudarán a pacificar el ambiente en palacio, donde hay una reina que se hace fotos con el yerno sospechoso pocas horas antes de que el rey decrete su ostracismo. Y, claro, una cosa es predicar y otra dar trigo. En este caso, para ser más exactos, devolver el trigo afanado presuntamente de forma irregular”.



Una de las postales deNavidad de la Zarzuela.


“El insultante comunicado de Iñaki Urdangarin es el mayor torpedo disparado contra la Corona española desde su restauración –escribe Matías Vallés en el artículo ‘Por un Rey sin Familia Real’–, en dura competencia con la desafiante portada de ¡Hola!, donde la Reina posa junto a un presunto implicado. Sin embargo, el yerno ventajista del Rey no pone en peligro a la monarquía, sino al concepto trasnochado de Familia Real. Una de los tres vástagos de esa entidad se ha divorciado, la otra mantiene a un pícaro al borde de la imputación penal por aprovechamiento de su rango, y ninguno de los Reyes alberga la mínima simpatía por la esposa del heredero, a la que culpan de la inoculación del germen disolvente del tinglado. El apartamiento de Urdangarin dista de resolver la situación. No hay que desvincular al codicioso empresario de la Familia tras la que se refugia para exigir sumisión imperial y ausencia de críticas. Al contrario, se trata de reforzar esa entidad de teleserie, una creación paralela a los famosos bancos tóxicos que almacenan los activos invendibles. A continuación, y si La Zarzuela todavía alberga algún interés por el mantenimiento de la monarquía, el foco se centrará en un Rey sin más distracciones familiares que el imprescindible heredero, sobre el que pivota tan peculiar sistema sucesorio. Urdangarin se invistió en su comunicado de la inviolabilidad del Rey, un desplante que ha acelerado la urgencia de lanzarlo por la borda. Como en todos los casos de corrupción, cabe preguntarse qué sabrá el duque para desplegar tamaña arrogancia. El yernísimo no es una víctima ni un Lady Di pero, si la supervivencia de las grandes entidades financieras no está garantizada, cómo va a estarlo la fórmula de gobierno de una potencia de tercer nivel. El secreto de la monarquía española ha consistido en actuar como si tuviera menos poder del que atesora en realidad. En un error de cálculo, se comporta ahora como si dispusiera de un poder mayor que el asignado constitucionalmente. Y también más dinero, aunque sus miembros espabilados lo hayan obtenido sin ánimo de lucro”. Curiosamente, Zarzuela incluye, entre sus postales de navidad, una del duque de Palma y su familia pese a haberlo apartado de los actos oficiales.




Entre las imágenes y dibujos humorísticos de esta semana comenzamos con estas dos fotografías que muestran la imagen de la familia real antes y después de los sucesos de marras, tal como publica la revista El Jueves. Otras dibujos nos enseñan al nuevo “caganer”, figura del belén catalán con bolsa de monedas incluido o el humor de Puebla.







Territorio Vergara se decanta por el Sálvese quien pueda, Viva de democracia, Y ellos se juntan, Las defensas de Campas y Contra su voluntad.







Manel Fontdevila, por Error en la jugada, La imparable ascensión, Nada de nada, Optimistas y La máquina.





Y Pep Roig, con Recortes a mansalva, Todos por la caja, Nos vamos a enterar, Sordos y Paranoia económica.







Les dejamos con dos vídeos entre poéticos y musicales. El primero es una de las varias versiones que existen sobre un texto/poesía de Eduardo Galeano (periodista y escritor uruguayo, nacido en Montevideo en 1940) llamada "Derecho al Delirio".





El segundo es un villancico para la reflexión, adelanto del nuevo disco de SERRAT Y SABINA.



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