martes, 4 de septiembre de 2012

Lara, el iluso.


Cayo Lara, coodinador de IU, acaba de mostrar su cara de iluso al decir que España necesita ofrecer la imagen de un banquero en la cárcel. Lara, que también ha admitido que “hay diputados que merecen ir al paro por las medidas que se están adoptando, asegura no tener “un odio particular a ningún banquero”, pero entiende que esa imagen está siendo demandada por la sociedad española porque no puede ser que los responsables de “arruinar” a entidades bancarias y de hacer “una sangría de los recursos públicos se marchen de rositas”. Lara sostiene que “hay muchos responsables de lo que ha pasado. Se ha dado dinero sin controles, se ha endeudado mucha gente, y han endeudado al país. Lo han dejado hecho un desierto económico. Han creado mucho sufrimiento, mucho drama. Todo auspiciado por un modelo que ha estado apoyado por los poderes políticos”. Y pregunta, sin obtener respuesta, qué es lo que el PP pretende “ocultar” al rechazar una y otra vez la creación de una comisión sobre el origen de la crisis financiera.

Con estas palabras, Lara demuestra que es un comunista y un perfecto iluso. Porque todos sabemos que los banqueros en este país, nunca van a la cárcel. Y los que están a punta de hacerlo, son amnistiados por el Gobierno del PP o del PSOE que saben que no pueden enemistarse con los banqueros con la amenaza de quedarse sin sus ayudas. Aunque, a continuación, Lara vuelve al terreno de la realidad al reconocer que “no todos los políticos son iguales”. Lara defiende que hay que combatir a quienes quieren “dejar al Estado prácticamente en nada” y anima a los ciudadanos a seguir reclamando, a través de movilizaciones, que existen “alternativas” a las políticas de “ajuste duro” del Gobierno de Mariano Rajoy.

En este sentido, defiende que las acciones protagonizadas en Andalucía y Extremadura por algunos dirigentes de IU, como los diputados autonómicos José Manuel Sánchez Gordillo y Víctor Casco o el excoordinador de la coalición en Extremadura, Manuel Cañada, han ayudado a poner de manifiesto “la explosión de pobreza” que sufre España, si bien matiza que son “aisladas” y ajenas a IU. Pero Lara, el iluso, sabe que hagan lo que hagan los banqueros, es muy difícil que pisen una cárcel española. Porque las cárceles están hechas para los chorizos, y, sólo en ocasiones contadísimas, en las que apenas cambia la relación de poder político con el bancario, se ha consentido que un banquero, como lo fue Mario Conde, acabara en la cárcel. Éste muy pronto aprendió la lección y hoy ya prepara su candidatura en las próximas elecciones en Galicia para conseguir uno o dos escaños en el parlamento autonómico. Pero, en general, los políticos conocen perfectamente sus posiciones y ventajes y saben que sin el dinero de los bancos se les haría muy difícil prevalecer. Y los banqueros saben perfectamente que su dinero puede comprar incluso voluntades políticas. O recortarlas hasta adaptarlas a lo que los bancos desean.

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