domingo, 14 de septiembre de 2014

Crónica de siete días: la separación de Juan Carlos, la muerte de Botín y el desafio de Catalunya.



Al principio de septiembre la imagen del Rey, Juan Carlos I, se difuminaba en la vida pública mientras la de su hijo, Felipe VI, intentaba implantarse y expandirse por doquier. Los medios públicos de comunicación más importantes remarcaban el último paso dado por el monarca. Pero la prensa extrajera, concretamente, el diario italiano ‘La Repubblica’, daba por válidos los rumores que hablaban de un distanciamiento cada vez más acuciante de los monarcas españoles, asegurando que la Casa Real emitiría un comunicado en el que se anunciaría la ruptura matrimonial. ¿De verdad se separaban Juan Carlos y Sofía? La Zarzuela parecía estar dispuesta a reconocer el divorcio. El diario italiano afirmaba que los reyes mantuvieron la imagen de un matrimonio unido por razones institucionales, pero aseguraba que, con la llegada al trono de Felipe, ya no había razón alguna para “guardar las apariencias’. Daba por cierto el distanciamiento entre los monarcas y aseguraba que la única vía era el divorcio. El Confidencial recogía la información de La Repubblica y añadía que, durante los meses de julio y principios de agosto, el paradero de Don Juan Carlos había sido un enigma que Zarzuela no aclaraba, dando como única respuesta: “Desconocemos dónde está ahora”. Desde el 5 de agosto, Don Juan Carlos asistió, en Colombia, sin la reina Sofía, a la toma de posesión del presidente Santos y no se volvió a verle hasta el día 31, al presidir el partido de la Selección Española de baloncesto contra Argentina. Desde que Don Felipe accediese al trono el 19 de junio, Don Juan Carlos y Doña Sofía no se habían visto juntos. Según el medio italiano, esto se debía a que antes, cuando eran los monarcas reinantes, debían mantener, por cuestiones institucionales, la imagen de matrimonio unido. Sin embargo, ahora el distanciamiento era ya evidente y el divorcio se presentaba como la única solución posible a este problema. La reina Sofía, por su parte, estuvo todo el verano en Palma de Mallorca, a donde llegó a finales de julio. Los rumores  hablaban de un distanciamiento cada vez más acuciado de los monarcas, y hasta se hablaba del divorcio como la única solución posible a este problema.
 
El autor del cuadro malagueño, Cristóbal Tora, afirmó 'Me ha dado cierta tristeza coger la foto y meterla en un contenedor'

La periodista Cecilia Guzmán, titulaba en el diario digital ElPlural.com que el rey Juan Carlos estaba ya en el contenedor. “Tras la abdicación, el primer cuadro sitúa al monarca en un contenedor con escombros, muebles viejos y cosas inservibles. El autor del mismo, el malagueño Cristóbal Toral, afirmaba: ‘Me ha dado cierta tristeza coger la foto y meterla en un contenedor’. El afamado pintor malagueño (Antequera), fue el primer artista en acometer una obra pictórica sobre Juan Carlos, tras su abdicación”. Dos fotografías enmarcadas fueron “arrojadas” a un contenedor rodeado de escombros y mobiliario deteriorado e inservible. Para Toral, se trataba de un reflejo de la realidad. Además, el pintor malagueño pensaba que al rey le habría sentado mal verse en esa situación aunque solo se tratase de una alegoría plástica y artística. Según informaba “La Sexta TV” el rey Juan Carlos fue uno más en el contenedor donde sus dos retratos aparecían medio enterrados, sucios e inclinados. Alrededor sólo había basuras y objetos inservibles como televisores, mesillas de noche y escombros. Toral reconocía que su obra ‘La abdicación del rey’ podía traer polémica, pero se justificaba: “Cosas como un sillón o un televisor, cuando hacen su servicio y son viejas, terminan en un contenedor. Al rey le pasa exactamente igual”. El autor republicano aprovechaba la abdicación para recordar: “Digamos que la abdicación del rey ha completado la obra. Me ha dado cierta tristeza coger la foto y meterla en un contenedor”.


“Las capitulaciones matrimoniales de Don Juan Carlos y Doña Sofía se desconocen –escribe Nuria Tiburcio en Vanitatis, de El Confidencial–.  Capitulaciones que se encuentran en un registro privado exclusivo para reyes que el propio Don Juan Carlos restauró en 1975. La única manera de acceder a él es con un permiso especial del ministro de justicia. Sin embargo, y aun sin conocerlas, es obvio que Doña Sofía sería la mayor perjudicada ya que Don Juan Carlos es rey por el hecho de ser heredero de las dinastías históricas de España, pero ella –aunque es hija de monarcas– lo es por su matrimonio. Esta nueva situación de la reina variaría ligeramente, dependiendo de si tomaban la decisión de separase o de divorciase. En caso de separación, los cambios que sufriría la vida de Doña Sofía serían muy leves. Si se divorciase de Don Juan Carlos, todo apunta a que tampoco perdería mucho de lo que tiene. Pero, como no existen precedentes de divorcio entre reyes, ni en la familia real española ni en el resto de monarquías europeas en este último siglo, sería muy difícil concretar cómo se produciría una ruptura de este tipo. Si los reyes ‘salientes’ se separaban, lo más probable era que siguieran los pasos de sus antecesores en el trono español: Alfonso XIII y Victoria Eugenia. El hijo de Alfonso XII y su esposa jamás enviaron un comunicado oficial pero hicieron vidas separadas, al igual que han hecho en los últimos años Don Juan Carlos y Doña Sofía. Según Dativo Salvia, historiador y experto en casas reales, la reina Sofía seguiría los pasos de Victoria Eugenia quien, a pesar de no convivir con su esposo, continuó utilizando su título de reina de España porque no había una separación, divorcio o nulidad legal. Era una simple situación de hecho, con lo que el tratamiento y titulación de Victoria Eugenia, no varió en lo más mínimo. Salvia también cree que la madre de Felipe VI podrá seguir disfrutando de las residencias que pertenecen a la familia real española como La Zarzuela o Marivent, tal y como hizo la princesa Diana de Gales a quien, tras su separación con el príncipe Carlos, se le cedió Kensington, donde había residido desde su matrimonio. Asimismo, la reina Sofía continúa disponiendo de parte del joyero real de los Borbones que ahora pertenece a Doña Leticia”.
 
Si se divorciasen...
 
El posible divorcio del rey Juan Carlos y la reina Sofía ha empezado a tomar fuerza después de la proclamación de Felipe VI, ya que mientras ellos eran los soberanos reinantes ésta opción no se contemplaba. Aunque, en sus más de 50 años, el matrimonio ha pasado por más de una crisis, nunca se ha hablado de su ruptura. Aunque si, en el pasado, la reina Sofía hubiera querido pedir unilateralmente el divorcio, no lo hubiera conseguido. La inviolabilidad de quien lleva el título de monarca en España supone que sus cónyuges no pueden pedir el divorcio si así lo quieren. En el caso de la abdicación de Juan Carlos, su situación es bien distinta y Sofía sí podría pedir el divorcio. En cuanto a sus títulos, una de las remotas posibilidades sería que dejara de ser S. M. la Reina Doña Sofía para ser conocida como doña Sofía o simplemente como madre de Felipe VI. Pero lo más probable es, según Dativo Salvia, que continúe siendo la reina Sofía o la reina madre. Como ejemplo, se cita a Carolina de Brunswick, quien continuó siendo reina tras su divorcio con Jorge IV de Inglaterra, o Margot, la primera esposa de Enrique IV de Francia, que adoptó el nombre de reina retirada, cuando su marido se casó con María de Médicis. Independientemente de si los reyes ‘salientes’ se separan o se divorcian, doña Sofía seguirá disfrutando prácticamente de los mismos privilegios.
 

Pero, ¿se separan o no los reyes Juan Carlos y Sofía? El diario italiano La Repubblica daba por válidos los rumores que hablaban de un distanciamiento cada vez más acuciado de los monarcas, incluso aseguraba que la Casa Real emitirá un comunicado en el que se anunciará la ruptura. El diario italiano afirmaba que, con la llegada al trono de Felipe ya ‘no hay que guardar las apariencias’. Da por cierto el distanciamiento entre los monarcas y asegura que la única vía es el divorcio. Vanitatis, que recoge la información de La Repubblica y añade que, durante los meses de julio y principios de agosto, el paradero de Don Juan Carlos fue un enigma que Zarzuela no aclaró”. Según Crónica Universal, no parece muy probable que los reyes salientes se divorcien o se separen oficialmente como publicaba el diario italiano La Reppublica. Según el autor del reportaje, la información se basaba en los datos facilitados por “cronistas” de Casa Real que daban como inminente la ruptura del matrimonio, que cumplió el 14 de mayo del 2012 sus bodas de oro. A lo largo de estos años, los escándalos se repitieron y se hicieron públicos. Los Botsuanas y las Corinnas pasaron a mejor vida y, aunque es público y notorio que los reyes eméritos funcionan en privado cada uno a su aire, no hay divorcio a la vista. Pero don Juan Carlos y doña Sofía mantienen un alejamiento físico que, este verano, se ha hecho mucho más visible. Mientras la extitular consorte de la Corona ha ejercido de superabuela, en Palma, del rey saliente se ha sabido solo lo que tenía que ver con la vida oficial, que acabó con el viaje oficial a Colombia. Y estos movimientos individuales también han servido para ilustrar la noticia del diario italiano. Ante las repercusiones mediáticas, la respuesta oficial no ha dado importancia al tema. El matrimonio Borbón podría utilizar la fórmula que ya pactaron los padres y abuelos. Alfonso XIII vivía en París y Roma, mientras la reina Victoria Eugenia lo hacía en Lausanne. Por su parte, el conde de Barcelona hizo de su barco Giralda su casa y su mujer doña María nunca embarcó y mantenía el hogar en Estoril. La historia afectiva de los reyes salientes aún está por escribirse
 

Otras revistas como 'Oggi' aseguran, sin embargo, que próximamente se anunciará de forma oficial el divorcio entre los padres de Felipe VI. Y sostienen que don Juan Carlos y su 'entrañable amiga', la alemana, Corinna Zu Sain-Wottgenstein, habrían pasado 21 días de vacaciones en la residencia que Felipe González tiene en Tánger, Marruecos, y que ha vendido este mismo verano a la familia real saudí. Los rumores de divorcio entre los reyes Juan Carlos y Sofía no dejan de crecer. Y la revista 'Oggi' va más allá en el “terremoto sentimental” que sacude a la corte española. E insiste en que su divorcio se anunciará próximamente de forma oficial. Estaba prácticamente roto, dice, pero apenas se hablaba de ello... hasta ahora. La publicación revela que “el rey emérito ya vive con Corinna en Londres y que estaría esperando firmar los papeles de divorcio con doña Sofía para, después, poder casarse con ella”. Asimismo, la revista alpina asegura que “el monarca emérito no se habría alejado nunca de su última amante, con la que mantiene una historia de amor ininterrumpido desde hace ocho años”. No obstante, hace apenas dos días, la aristócrata alemana desmentía en Nueva York que se fuera a casar con el rey Juan Carlos: “No me cansaré de repetir que el rey es mi amigo, que lo será para siempre y que nos tenemos mucho cariño, y así seguirá...”. Era en abril de 2012 cuando diversos medios de comunicación internacionales publicaron que el rey tenía una amante, la princesa alemana, vista a su lado durante la cacería de elefantes en la que se fracturara la cadera. El diario alemán “Bild Zeitung” publicaba en su portada su fotografía. Y el diario italiano “La Stampa” anunciaba que en España había dos reinas, Sofia, la oficial, y Corinna, la oficiosa.
 

Nacido en 1934, Emilio Botín era bisnieto, nieto, sobrino, hijo, hermano y padre de banqueros, aunque él insistía en añadir que era un banquero universal a secas. Entró en la entidad cuando tenía 24 años, en 1958, y ascendió a la presidencia en 1986. En 2007, cambió los estatutos del banco para no jubilarse a los 72 años, tal y como preveía el reglamento de la entidad. Ha sido uno de los pocos gestores financieros que además de asumir la presidencia de la entidad, era su principal ejecutivo y máximo accionista. Estaba muy vinculado a la universidad y al ámbito científico, así como al del deporte, donde era muy popular su relación con la Fórmula 1. Estaba casado con Paloma O'Shea, nombrada marquesa de O'Shea en 2008 por el rey Juan Carlos I. Tenía seis hijos: Ana, Carmen, Emilio, Carolina, Paloma y Francisco Javier. Tras su muerte, el presidente Rajoy mostró su pesar: “Emilio Botín ha sido un gran embajador de la marca España”. El Banco de España recuerda que, durante su presidencia, el Santander emprendió una política de expansión y diversificación dentro y fuera de España que ha llevado a la entidad a ser, por su volumen de activos, “el primer banco español y una de las mayores entidades del mundo, con una muy destacada presencia en, entre otros países, Reino Unido, Brasil, México, EE UU, Portugal y Chile”. La muerte de Botín, quien hubiese cumplido 80 años el próximo 1 de octubre, provocó un retroceso inmediato del valor en Bolsa, donde llegó a caer cerca del 2% y reacciones de todo tipo sobre su figura y obra en la entidad.  

 
La millonaria herencia de Emilio Botín, que la prestigiosa revista Forbes estimó, en el año 2012, en más de 850 millones de euros, no tributará por el Impuesto de Sucesiones prácticamente nada. Tanto Cantabria como Madrid, comunidades candidatas a ser las regiones donde tributará la acaudalada herencia del expresidentes del Banco Santander, muerto la semana pasada, tienen una tienen una bonificación del 99%. Ambas comunidades han eliminado en la práctica el Impuesto sobre Sucesiones, con la aplicación de dicha bonificación, lo que, en el caso de la fortuna de la herencia del banquero más importante de España, supone dejar de ingresar a las arcas públicas 289 millones de euros.
 
 
La revista Mongolia  organizó un juego de agudeza visual e invitó a sus lectores a que encontrasen algún esbozo de crítica en los artículos, crónicas, reportajes y panegíricos publicados estos días en los dos principales periódicos españoles, El País y El Mundo, y que la publicación ha recopilado para mayor comodidad de los participantes.

“El avance de la izquierda en las recientes elecciones al Parlamento Europeo –decía un editorial de Crónica Popular bajo el título ‘¡Abajo la Monarquía! ¡Viva la IIIª República!’– tuvo ya su primer efecto: la abdicación del Rey Juan Carlos de Borbón en su tercer hijo, Felipe. Una auténtica operación de defensa y apalancamiento de la institución impuesta en su momento por el dictador Franco con la misma fuerza de las armas que le había catapultado a través del golpe de Estado a la condición de Generalísimo (…) El ascenso de la izquierda les ha empujado a quienes, en comandita, repartiéndose el poder político y los consejos de administración, han creado la crisis más grave de la democracia y han conducido al paro y a la pobreza a millones de españoles, a acelerar sus planes de apalancamiento de la monarquía vía abdicación del Rey Juan Carlos. Con esta operación pretenden atajar el descrédito y la crisis de la Casa Real, y sostenerse mutuamente, creyendo que las nuevas generaciones van a aceptar a un Jefe de Estado que hereda la institución que el dictador Franco impuso, “atado y bien atado”, a una España que luchó por la democracia y las libertades. Vano intento. Tal como se dice en el manifiesto Intelectuales por la III República, impulsado por Crónica Popular y presentado en el Ateneo de Madrid a finales de febrero (…) Nada cambiará nuestra decidida apuesta por la República. Y, frente al reto de quienes pretenden la continuación de una institución que la mayoría de españoles quiere lanzar al desván de la Historia, la izquierda tiene que situar la República en el centro de su acción política. No valen ya ambigüedades y demoras. La Monarquía es una clave de bóveda del edificio bipartidista impuesto en la Transición y el derrumbe del bipartismo va unido a la caída de la Monarquía. Y si la aspiración por la República nunca fue baladí hoy lo es menos que nunca. Porque la República significa la ruptura con todo el modelo que sucedió a la dictadura. Por eso, frente al acelerón a favor de la institución monárquica que hoy acaban de dar sus mantenedores, el nuevo Bloque Social y Político tiene que responder con la misma urgencia con su apuesta inaplazable por la III República
 

La “V” del pasado jueves, 11 de septiembre, en Barcelona, fue una movilización al estilo del famoso 11 de septiembre de 1977, de las manifestaciones contra la guerra o de la Diada y por el derecho a decidir de los años 2012 y 2013.Los organizadores no dieron cifras de participación pero consideraron que fue la “más masiva de la historia de Europa”. Y la valoraron como “un éxito rotundo” y como una demostración de voluntad popular “ejemplar para el mundo entero”. Una Diada que se recordará como una movilización histórica, de peso político no inferior a las mencionadas. Era el principal desafío para la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y para Òmnium Cultural. Y consiguió  llenar las avenidas Diagonal y Gran Via de les Corts Catalanes con centenares de miles de personas durante horas y sin que se produjera incidente alguno. La Guardia Urbana calculó que habría en la misma un millón ochocientas mil personas. La Delegación del gobierno central dio una cifra muy inferior: entre 470 y 500 mil manifestantes. Pero, independientemente de las discrepancias en torno a los números, la “V” estuvo precedida de numerosos actos públicos y reivindicativos en todo el territorio catalán a favor del derecho a pronunciarse en las urnas sobre el futuro político de Catalunya. La Ley de Consultas populares no refrendarias y de participación ciudadana, que previsiblemente aprobará el Parlament de Catalunya el próximo viernes 19, dará cobertura legal a la convocatoria del 9 de noviembre, pero el gobierno de Mariano Rajoy descarta por completo la posibilidad de conciliar esta ley con la Constitución española.


Los convocantes de la manifestación así como algunos partidos, como Esquerra Republicana, consideran que la consulta se ha de realizar en cualquier caso, aunque sea recurriendo a la desobediencia civil. “Debemos obediencia al pueblo de Catalunya”, dijo el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona. Si nos fuerzan a escoger entre una obediencia y otra, “está claro qué haremos”, “no es una cuestión jurídica”, “con papeles y formularios no pueden frenar el ansia de un pueblo”. Frente a las dudas y a la voluntad del Estado español, Muriel Casals,  presidenta de Òmnium Cultural, fue tajante: “No tenemos miedo. La voz del pueblo de Catalunya está por encima de la que opine desde Madrid un tribunal partidista”. La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, aseguró que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, “es perfectamente consciente de lo que quieren los ciudadanos de Catalunya”. Y, al acabar la manifestación, dijo que acudirían a la cita con Mas para decirle: “President, ponga las urnas. Ha llegado la hora de las decisiones excepcionales. Decidiremos si queremos formar parte del Estado español o tener un Estado propio libre y soberano”.
 
Mariano Rajoy cuando presentó en el Congreso las firmas contra el Estatut, acompañado de Josep Piqué, Alicia Sánchez-Camacho, Jorge Fernández Díaz y Jorge Moragas.

“¿Adiós, mi España querida?”, titula Eric Sopena en ElPlural.com, señalando a Mariano Rajoy, de ser el culpable del abismo creado, el mismo que montara una enorme gresca mediática, para destrozar el nuevo Estatut. “El Gobierno que preside Mariano Rajoy –escribe Sopena– no ha tomado ni una sola iniciativa para, mediante el diálogo, activar puntos y puentes de encuentro respecto al contencioso catalán. Desde que comenzó el actual movimiento independentista, hace más de tres años, únicamente ha dicho, y de cuando en cuando, dos palabras: ‘Consulta, no’. Su inoperancia es evidente. ¿Alguien ha oído en boca del presidente otras frases básicamente vinculadas con la situación de rebeldía creciente que se observa en Cataluña? El otro día, cierto es, Rajoy advirtió que tenía todo a punto para impedir la consulta catalana. O sea, que amenazó al personal separatista de que ‘hasta aquí hemos llegado’. El desdén de don Mariano hacia lo que está ocurriendo en Cataluña viene de lejos. Él es el culpable de que nos encontremos rozando, y cada día más, el abismo. El fue quien, siendo presidente del PP, montó una enorme gresca callejera y, desde luego, mediática, para destrozar el nuevo Estatut. No paró el líder de la carcunda hasta que ese Estatut se fue a la mierda. Y así sucedió (…) La jornada del jueves vino a confirmar que el proceso contra España no ha descarrilado en absoluto. Sube, pues, la presión soberanista a toda velocidad. Esa presión puede hacerse –no nos equivoquemos– indemne, mientras el Gobierno siga tocando violines y aumentando su desidia”. Sopena advierte que no se trata de recurrir a la fuerza armada, aunque aparecieron en Madrid y Barcelona grupos de extrema derecha, lo que aumentó la tensión colectiva de unos y otros. “Esto no quiere decir que el millón más o menos de independentistas se hayan comportado de forma intolerable. Todo lo contrario. En general, hubo ejemplaridad y sensatez. La lentitud estólida de Rajoy, incapaz de asumir que él es el presidente de todos los españoles, incluidos los independentistas, y no sólo el presidente de los peperos, no va a ninguna parte. O, mejor dicho, nos lleva al hundimiento de España. Al día siguiente de que los soberanistas catalanes se salgan con la suya, si eso sucede, surgirán los soberanistas vascos reclamando sus derechos de romper con España. Y probablemente, antes o después, saldrán los soberanistas gallegos. Convendría que Rajoy dejara unas horas de leer el Marca y leyera lo de la catástrofe española en Cuba. 1898 fue el inicio de la depresión imparable de una España sin futuro, en manos de una monarquía con un Rey niño, como Alfonso XIII, con miles de capellanes, caciques y pobres por doquier” Y termina con el siguiente consejo:  “No pierda más el tiempo, señor presidente, y dedíquese a promover el rescate de los independentistas con una oferta de país en el que podamos caber amigablemente españoles, catalanes, vascos, gallegos, valencianos y todos los demás. Diciendo únicamente que consulta no, acabaremos cantando Adiós mi España querida [Antonio Molina]. Corrían en aquellas fechas lóbregos años de la dictadura”.

 
“La manifestación del  jueves en Barcelona –escribe Carlos Torres en el artículo titulado ‘El presidente que perdió Cataluña’, en Público.es– fue tan masiva e icónica que no hará falta esperar al habitual baile de asistentes con el que aburren organizadores y delegados del Gobierno, pues basta con esgrimir una imagen de la Diagonal y la Gran Vía repleta de cabo a rabo para derrotar al enemigo en la guerra de las estimaciones. La concentración, pacífica y ordenada, nutrió ante el mundo su bíceps en forma de V y lo batió como un puñetazo demócrata en la aturdida cara de Mariano Rajoy. Un Rajoy que a menudo se parece más a un portero en una mala salida en un corner que a un estadista presidente del gobierno. Imagino que ayer el líder popular pasaría mal día, sobre todo al ver como el caso Pujol en el que tantas esperanzas habían depositado y en el que se han afanado los últimos días no restaba ni un ápice de vigor a la erección nacionalista. Bien empleado le está por confiar en pleno siglo XXI en una nueva guerra sucia (a las gestiones de Moragas me remito)… Qué complejo tiene el Estado que les hace creer que no podrían ganar democráticamente una consulta ¿es que acaso piensan que no podrían encontrar ningún motivo para convencer a los catalanes? ¿Por qué ese pánico a debatir si es mejor el sí o si es mejor el no? ¿Alguien va a explicarnos al resto de españoles si nos iría mejor o peor sin Cataluña? Otros países desarrollados como el Reino Unido o Canadá lo han hecho antes que nosotros y no parece que se vaya a fracturar el sistema. Hay que ser miope para creer que uno puede parar con un muro de artículos en la Carta Magna a la riada de gente que quiere votar si se van o no de España. Porque antes o después los catalanes acabarán por votar, no puede ser de otra manera, y el Estado les habrá dado tantos motivos con su actitud despótica para creer que mejor estarán por libre que ya será tarde para que las instituciones reaccionen. Y lo peor es que, seamos sinceros, tampoco es que el líder de la oposición, carcasa nueva para el PSOE con un mismo vetusto sistema operativo, tenga una mejor propuesta para el desafío que se plantea… Lo que me preocupa es que el presidente que perdió la legitimidad en Cataluña y el actual parlamento (lo que los catalanes llaman equivocadamente Madrid) no sepan estar a la altura. Necesitamos soluciones, necesitamos consulta, necesitamos propuestas de uno y otro bando y que los catalanes puedan decidir qué quieren ser y poder dedicarnos todos a luchar por temas más importantes”.
 
 
Separación o divorcio real, llámese lo que uno prefiera, pero el hecho de que Juan Carlos se halle lejos de su trono y de su costilla ha hecho que se sienta realmente libre y como nunca. De esta manera dicen que sus escapadas superan a las del mismo Julio Iglesias. Otros le acercan más al pueblo llano y sin trabajo, presentándose a las oficinas de empleo, pero el monarca sigue teniendo los millones de antes, aunque se haya liberado del trabajo que ha cedido a su hijo, Felipe VI. Entre otros fotomontajes del momento, el nacionalismo de  Mas y de Rajoy, la advertencia de un Emilio Botín que nos dejó: “Yo habré muerto, pero tú seguirás pagando la hipoteca” y la imagen de una España del 2016.
 




Repasamos el humor de esta semana con los dibujos de Erlich:
 





 
Y el humor de Peridis, Forges, El Roto, Kap, Ferreres, E-Varo.info, Asier y Javier….
 









 
Pep Roig nos dibujó, desde Mallorca: Dejadme solo, Demostración práctica de la regeneración democrática, Lo mismo de siempre, Que me quede como estaba y La parte contratante de la primera parte.






Entre los vídeos de esta semana recormanos éste, de junio del 2012, una estampa penosa entre tanto uniforme, medallas, sables y demás pandereta ibérica, en el pasado de ceremoniales anacrónicos que no interesan a nadie.





Los responsables de la política cultural del Gobierno de España, sabedores de la proyección propagandística internacional del Premio Cervantes, se han empeñado en que la pareja de funcionarios reales, Juan Carlos y Sofía, posen con el galardonado, Caballero Bonald y organizan una real audiencia en las reales dependencias del cortijo de La Zarzuela. La figuración escenográfica es horrorosa, con esa mesa circular en medio llena de cachivaches, que impide la cercanía entre las reales figurillas y los visitantes






 
La banda Postmodern Jukebox se dedica a hacer “versiones vintage” de canciones pop actuales y lo cierto es que en muchas ocasiones superan a los temas originales.


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