sábado, 30 de abril de 2016

Barcelona prende la mecha de la rebelión contra el TTIP.

 Cartel  durante la manifestación contra el tratado de Libre comercio TTIP.
 Manifestantes marchan en las calles de Hannover contra el tratado de libre comercio.

El pasado sábado, cuando Obama estaba aterrizando en Alemania, decenas de miles de alemanes salieron a las calles de Hanover en una manifestación contra el TTIP. Activistas de Greenpeace descolgaron una pancarta con un mensaje claro hacia el presidente norteamericano: “Yes we can stop the TTIP”, (Sí se puede parar el TTIP). Una encuesta de Yougov, publicada el pasado jueves y financiada por el todopoderoso “imperio” editorial Bertelsmann, mostraba que, en los dos últimos años, el apoyo de la población al TTIP había bajado del 53% al 18% en los Estados Unidos. En Alemania, la encuesta señalaba la misma tendencia. En 2014, más de la mitad de la población (55%) consideraban beneficioso el TTIP; pero hoy, el apoyo había caído al 17%.

La respuesta al Tratado vivió el pasado fin de semana otro momento importante con la aprobación de la primera resolución conjunta de 40 ciudades contra el TTIP y el CETA. Viena, Sevilla, Birmingham, Gorna Malina (Bulgaria), Colonia, Bruselas, Corfu, A Coruña, Zaragoza o Ibiza fueron algunas de las ciudades que firmaron un acuerdo “que pone en peligro los principios democráticos al reducen el espacio político y al restringir el alcance de las decisiones públicas a través de una serie de medidas que afectan a la democracia local”. Por el momento, los asistentes al Encuentro Pan-europeo cuentan con importantes acuerdos. “Ha sido muy positivo para crear sinergias y forjar alianzas –explica Lucía Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción–, y se han escuchado voces de municipios grandes y pequeños que normalmente no se escuchan”.

El movimiento municipalista contra el TTIP cuenta hasta la fecha con 1.300 ciudades europeas, entre ellas 140 municipios españoles, 300 alemanes y 350 franceses que se rebelaron contra el acuerdo comercial. Lola Sánchez, eurodiputada de Podemos, pudo acceder a los documentos secretos del tratado del TTIP. “Legislativamente –declara–  no tenemos mucho margen de acción. PP y PSOE han conseguido que el TTIP no esté en el debate público. En la Comisión de Comercio Internacional, mi grupo parlamentario sólo cuenta con un asiento y los verdes, dos, siendo las únicas fuerzas que nos oponemos. Teniendo en cuenta que hay ocho o nueve diputados del PP, seis o siete del grupo socialista que también están a favor (del TTIP), somos la voz minoritaria. Tanto Ciudadanos, como el PP están claramente a su favor. Lo que no cabe en la cabeza es que un grupo que se hace llamar socialdemócrata se alíe con los anteriores”.

Pese a no haber obtenido ningún tipo de apoyo en el Parlamento, el Gobierno el funciones de Rajoy presiona para aprobar el 'TTIP canadiense. Mientras tanto, todavía hay margen para frenar el TTIP, una apuesta personal de Barack Obama, Martin Schulz y Jean-Claude Juncker. “Queremos conseguir que el TTIP sea considerado un acuerdo mixto –dice Sánchez–, por lo que cada uno de los Estados miembros tendría que aprobarlo en sus parlamentos nacionales. Pero estamos seguros de que, de los 28 parlamentos europeos, más de uno lo tiraría abajo”. Lola Sánchez insiste en que hay que  protestar, movilizarse y saber a quién se está votando. Asegura que, en España, los grandes partidos han conseguido que el TTIP no esté en el debate público, ni en periódicos, ni en televisiones, ni entra en ninguna de las campañas electorales. Que ciudades como Barcelona, Berlín o París, se declaren libres del TTIP son puñaladas muy grandes al acuerdo. Greenpeace vislumbra “signos de desesperación” en el Gobierno de la Casa Blanca respecto del tratado. Y Juergen Knirsch, experto de esta organización, explica que el Tratado está “dirigiéndose a ninguna parte”.

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