domingo, 5 de junio de 2016

La semana más mortífera del año en el Mar Mediterráneo.


Del 23 al 29 de mayo, transcurrió la semana con más muertes en el Mediterráneo desde hace más de un año. Durante esos siete días, según cuenta el Daily Digest, de Are You Surious, hubo más de 700 ahogados tras el hundimiento de tres barcazas. “La ruta mediterránea ha vuelto a abrirse. El campamento de refugiados de Idomeni ya no existe. Los últimos voluntarios se fueron. Un espacio para mujeres ha abierto sus puertas en el campamento de Ritsona. Bulgaria arrestó a 96 personas que intentaban cruzar la frontera y mandó al ejército a la frontera con Grecia”. Según Médecins Sans Frontières, el número de personas desaparecidas en el Mediterráneo podría llegar hasta 900. Pero son sólo estimaciones, basadas en los testimonios de los supervivientes. “Nunca sabremos los números exactos”, tuiteó Médicos sin Fronteras. Esta fue la semana más mortífera desde hace más de un año. Estos números muestran que las mejoras en el clima llevaron a un mayor número de personas intentando cruzar el mar desde áfrica hasta Europa. Esta ruta se ha convertido, otra vez, en el principal camino para los refugiados, después de que se cerrase la ruta por los Balcanes. “Es muy difícil evitar que la gente haga esto –confiesa William Spindler, portavoz de UNHCR para Europa–. En nuestra opinión, lo que se ha de hacer es ofrecer alternativas legales a los refugiados más vulnerables para que viajen a Europa. La razón por la que la gente toma estos caminos tan peligrosos es porque no tienen otra opción”. Los refugiados que utilizan esta ruta están pagando cientos o miles de euros para llegar a cruzar de Libia a Italia. Los llegados esta semana incluían eritreos, sudaneses, nigerianos y otros muchos de Africa Occidental. Eran personas que huían de la guerra y de la miseria generada por intereses geoestratégicos de Occidente y se encontraron con el muro inmenso del Mar Mediterráneo. Al parecer, la mayoría de las barcas salieron de Sabratha, Libia, donde los contrabandistas tienen el poder. Apilaron a las personas en botes inseguros de goma o en viejos buques pequeros. Y, al final de su trágica huida, se encontraron a la muerte. 

Fotos de Medecins sans Frotières.

“Creemos que la historia de Idomeni –dice Giorgos Kyritsis, portavoz del Cuerpo Gestor de la Coordinación de la Crisis Migratoria, en una entrevista con la agencia de noticias ANA-MPA–, tal como la conocimos en los últimos dos meses, se ha acabado”. Los 8.500 refugiadas en el emblemático campo han sido obligados a dispersarse. Europa, cada vez se parece más a los años 30 del siglo pasado, los años del fascismo Según Kyritsis, la evacuación de otros campos de refugiados “en una zona más amplia” será llevada a cabo de “la misma manera pacífica”, sin dar más detalles sobre cuándo comenzará la recolocación y qué campamentos serán incluidos. Admite que las condiciones en algunos de los ellos, donde fueron recolocadas las personas de Idomeni, no estaban en buenas condiciones. Asegura que “estamos intentado mejorar” y que el Ministro de Educación ofrecía un programa que proveía educación para todos los niños refugiados bloqueados en Grecia. Kyritsis pidió a la Unión Europea mayor asistencia para ofrecer ayuda a los 52.707 refugiados en Grecia, según fuentes gubernamentales. Mientras tanto, los últimos voluntarios salieron de Idomeni y la policía reabrió el acceso a Phoebe Ramsay. El Movimiento On The Ground estuvo con los últimos voluntarios que abandonaron la plaza. Y escribió en su FB sobre el vacío encontrado en el lugar en el que, en otro momento, hubo hasta 15 mil refugiados. 

       Últimos días en Idomeni.

A finales de mayo, la evacuación de Idomeni continuaba a toda marcha. La zona principal del campo estaba totalmente cerrada, pero los habitantes de Hara, BP y EKO, todavía permanecían Los refugiados fueron trasladados a “instalaciones del gobierno” o a “campos militares”. Precisaban de voluntarios para evaluar necesidades y reestructurar el apoyo en este nuevo contexto. Eran necesarios equipos y voluntarios de largo plazo para la traducción, la construcción, el apoyo logístico, la coordinación y la conducción. Así como el apoyo para educación, salud y proyectos de comunidad. En ese tiempo, un joven migrante se suicidaba en la ciudad de Larissa. Según medios de comunicación locales, el hombre se ahorcó de un árbol, muy cerca de una de las calles principales de la ciudad. Según los vecinos, el joven anduvo unas dos horas mendigando, en busca de comida, diciendo que no había comido nada en cinco días. UNHCR (United Nations High Commissioner for Refugees) estaba seriamente preocupada por la escasa y baja calidad de las condiciones de varios de los lugares en el norte de Grecia donde los refugiados y migrantes fueron trasladados esta semana desde Idomeni e impulsó a las autoridades griegas, con el apoyo financiero proporcionado por la Unión Europea, a encontrar rápidamente mejores alternativas. Algunos refugiados y migrantes fueron trasladados a almacenes y fábricas abandonadas, dentro de las cuales instalaron las tiendas muy juntas. La circulación del aire era pobre, y las provisiones de alimento, agua, baños, duchas y electricidad, insuficientes. Las miserables condiciones de estos sitios incrementaban el ya alto nivel de angustia de las familias instaladas, provocando además relaciones tensas entre los refugiados. Las protestas crecían respecto a cómo Grecia trasladaba a los refugiados a almacenes abandonados “no aptos ni siquiera para animales.” Como ejemplo, el campo de Sindos donde la mayoría de la gente era siria. Cada tienda acomodó a 5 a 8 personas. Seiscientas compartían 40 baños y 14 duchas. No estaba permitido cocinar. Más de un tercio de los habitantes totales eran niños, de los cuales el 50 % no tenían aún dos años. Dos mujeres estaban en su noveno mes de embarazo. Y, frente a todo esto, Europa seguía y sigue sin encontrar una solución.

        Nave industrial en el campo de Kordelia cerca de Tesalónica.

Edith Pérez Alonso, Pablo Gabandé Tapia y Verónica Pérez Jiménez, publicaron un artículo en  Nuevecuatrouno así titulado: …”Y creímos que no podía haber nada peor que Idomeni”. En él contaban cómo entre una cárcel, un mar de chimeneas y un descampado, se encontraba Kordelia – Softex, en un polígono industrial a las afueras de Tesalónica. Un lugar inhóspito, en medio de ninguna parte, sin rastro de vida, en el que no se ve un árbol ni una flor. Sólo cemento. “Hace unos días –escribían–, unas 2.000 personas procedentes del desalojo de Idomeni fueron trasladadas allí. Las tiendas se distribuyen entre el interior de una nave industrial abandonada y una explanada aledaña. Están en línea y numeradas, una detrás de otra, con muy poco espacio entre ellas. Lamish es una niña de 7 años. Tiene una parálisis cerebral y una epilepsia mal controlada. Desde Bomberos en Acción la están buscando por los diferentes campos alrededor de Tesalónica para hacer seguimiento médico e intentar acelerar su proceso de reubicación acompañada de su familia hacia España. Tras vaciar Idomeni, el contacto se perdió. Al mostrar una foto de ella y su madre, Mohamed, un refugiado palestino, la reconoce. En seguida, tras unas voces son llevados a la tienda C-5, su nuevo hogar. Ha habido suerte. Las caras de sorpresa y alegría dan lugar al poco a expresiones de preocupación. ‘Estábamos mejor en Idomeni’ dice su madre, ‘aquí, muy mal, no hay ninguna ducha, ni agua caliente’. Lamish sufrió ayer un nuevo ataque epiléptico. No había asistencia sanitaria, no sabían a quién acudir. Por la mañana, fue atendida por personal de la Cruz Roja alemana por un proceso febril.

Una de las naves industriales del campo de Sindos.

El campo está custodiado y dirigido por militares, como la gran mayoría de campos oficiales. La relación con ellos es buena, dicen, pero “no hacen nada si hay peleas”. “Tenemos miedo de que nos encierren y no nos dejen salir”. Nadie les explicó cuál iba a ser su nuevo alojamiento ni el funcionamiento del campo. Bomberos en Acción están satisfechos de haber encontrado a Lamish, la niña entre los miles de refugiados que rodean Tesalónica, algunos de ellos con restricciones de acceso. Fue como encontrar una aguja en un pajar. Parecía imposible. Tal vez, Lamish y su familia consigan llegar a España. Tal vez, después de ella, le siga Khadiya, que sufre una cardiopatía congénita. Y Ahmed y Mudhafar, dos niños con cáncer a quienes en la Coruña esperan con los brazos abiertos. Y tras ellos, los miles de refugiados que el gobierno español se comprometió a acoger. Es cuestión de voluntad política. Mientras tanto, en Kordelia y otros campos, miles de personas continúan en una situación que denigra a la dignidad humana. Algunos, los menos, están en campos con mejores condiciones de habitabilidad y servicios, como los de Cherso y Petra. En los últimos días, Pablo, Edith y Verónica han recorrido 6 campos oficiales. Cuatro de ellos están ubicados en polígonos industriales (Giannitsa, Sindos, Kordelia y Kalachori). Salvo en el campo de Cherso, la valoración de las comidas es mala. Los baños y duchas son muy escasos y el acceso a agua potable, limitado. En el de Neu Kavala, la gente se queja de mala relación con el personal militar, y de que muchas de las tiendas se inundan cuando llueve. Munhir bromea: ‘Cuando llueve, nado en la tienda’. Y, más adelante, ya sin intención de ser gracioso: ‘Tenemos sólo una botella de agua por cada dos personas para beber al día’. En varios de ellos no hay acceso a pañales ni a leche maternizada para bebés que no tomen pecho. Da la impresión de que, en los campos ‘mejores’ hay personas con una situación socioeconómica más holgada. Se ve a personas comprando y con buena apariencia. Sin embargo, en campos más degradados como el de Giannitsa, nos comentan: ‘Aquí, nadie tiene dinero. Nadie puede comprar’. El proceso de pre-registro para solicitar asilo se presenta lento, y hasta su resolución pueden pasar incluso años. En muchos de los campos, nadie ha informado aún sobre el derecho a pedir asilo, a pesar de que muchas personas llevan meses en tierras griegas”.

Escuela improvisada en un tiende de Ritsona.

Lighthouse Relief inauguró hace unos días el Espacio Femenino (Female Friendly Space) en el campamento de Ritsona. El centro ha estado funcionando durante semanas. Se organizó una fiesta de apertura y crearon un área común segura lejos de las muchas dificultades de la vida en el campamento. Hay varias actividades, como clases de inglés diarias, yoga, masajes y todo tipo de cuidados. Cuenta, además, con un centro materno-infantil para mujeres embarazadas, madres y bebés. Se ofrece ayuda para amamantar, y las voluntarias distribuyen productos de higiene, leche infantil y suplementos alimenticios para las embarazadas. En el campamento de Kara Tepe, en Lesvos, situado a unas dos horas de Atenas, hay más de 900 personas refugiadas en lo que parece será un centro de acogida de larga estancia. El campo empezó a funcionar a principios de marzo. Personal del ejército del aire griego, de quien depende, levantó las tiendas en las que se alojan unas 600 personas adultas y 300 niños. Tres ONG colaboran con el ejército: Lighthouse Relief, I am You y Echo100+; otras llevan a cabo proyectos diversos, como Disaster Tech Lab o Welcome Foundation. Cruz Roja de Grecia ofrece atención médica y los voluntarios independientes acuden para ayudar en lo más básico, como organizar y repartir ropa. No obstante, las condiciones para los refugiados son dificilísimas. En marzo, cuatro personas se pusieron en huelga de hambre para protestar por la precaria situación que están obligadas a vivir, ya que no pueden salir de Grecia ni pedir asilo en otros países europeos. Voluntarios de los alrededores, de municipios como Chalkis, están intentando organizar una ayuda estable para los residentes del campo. Allá acuden voluntarios y organizaciones internacionales (hay una guía para saber cómo acudir a ayudar). Los propios refugiados echan una mano, y se levantó una escuela para niños donde enseñan árabe, inglés y griego. Mientras la Unión Europea toma pésimas decisiones en una crisis humanitaria sin precedentes, estas personas necesitan vivir en condiciones dignas. En toda Grecia, continúan levantándose nuevos campos que alojan a las más de 50.000 personas migrantes y refugiadas que  ha quedado atrapadas en el país y a las que la Unión Europea no ha sido capaz de dar una solución.

.          Niña en un campo de refugiados en la frontera de Macedonia con Grecia.

Al Oeste de Grecia, Roberto Amerusa, alcalde de Tarsia, una pequeña ciudad en Calabria (Italia), comenzó una campaña para construir un cementerio para las víctimas que perdieron sus vidas en el intento de cruzar el Mediterráneo. “Dedicar una parte de nuestro territorio para enterrar a estas víctimas es simplemente un acto de gran humanidad,” dice Amerusa para Al Jazeera English. Según la ONU, un total de 8.632 personas han muerto o han desaparecido al tratar de llegar a Europa por mar desde el inicio de 2014. Muchos de los cuerpos nunca fueron recuperados. Sólo en un viernes, La Marina Italiana llevó a cabo unas 16 operaciones de rescate que afectaron a más de 1.900 personas, En total, durante la última semana, más de 10.000 personas fueron rescatadas. Entre ellas, una mujer embarazada que dio a luz puso a su hijo el nombre de Alex, el mismo del capitán ruso del barco que la liberó. En Turquía, al otro lado de Grecia, 165.000 refugiados esperan, atrapados entre la frontera turca y territorios de ISIS. Al parecer, el acuerdo entre Turquía y la Unión Europea ha dado resultados y los líderes europeos están satisfechos por la disminución del número de personas que cruzan el Mar Egeo hacia Grecia. Sin embargo, la UE no está dispuesta a conceder viajes sin visado a ciudadanos turcos hasta que Turquía revise sus leyes de antiterrorismo a principios de julio. 

El Mediterráneo se ha transformado en un cementerio para los refugiados.

Erdogan advierte a Europa que no ratificará el acuerdo ante el Parlamento el próximo 30 de junio. Empresas alemanas en Turquía están considerando reclutar refugiados sirios. Se trata de trabajos en la industria del metal, de la construcción y logística. Un barco llegó cargado con cincuenta personas en el sur de Lesbos. Del 1 al 15 de junio se necesitan voluntarios para preparar y servir la comida y  limpiar. El pasado 23 de mayo se hundió un barco con 500 sirios e iraquíes a unos 70 km al noreste de Zuwara (Libia). Al estar desalojado el campo de Idomeni y bloqueada la ruta del Egeo, mueren más personas como consecuencia directa de la política migratoria de la UE. En Hungría sigue aumentando la propaganda en contra de los refugiados mientras las nuevas leyes amenazan deportaciones y expulsiones Las condiciones de los campos cada vez empeoran más. OIM y ACNUR están presentes en el lado serbio de la valla, en las zonas de tránsito, pero el acceso a los refugiados es muy restringido. Jordania retiene a 12.700 refugiados sirios sin dejarles salir de “Pueblo 5”, un campo con miles de casetas metálicas y cercado con alambradas de púas. Sin nada que hacer, los refugiados invierten sus días en largas colas para obtener raciones de alimentos.

       Chez Maurice, un burdel en la localidad de Maamelten.

A principios de abril, en Líbano, 75 refugiadas sirias que habían sido forzadas a prostituirse en la mayor red de tráfico de personas y proxenetismo, fueron liberadas, según denuncia Amnistía Internacional. Habían sido enfrentadas “a los mayores riesgos de explotación y acoso sexual”. Sus testimonios, publicados por la ONG Agenda Legal, son nauseabundos. Demuestran cómo fueron engañadas, golpeadas, torturadas, violadas, forzadas a prostituirse, a abortar y a vivir encerradas sin ver la calle durante meses o años. Todo ello había sido posible por la inacción de las autoridades y la situación de indefensión en la que se encuentran muchas de estas jóvenes sirias. Fueron captadas en Siria o en Líbano bajo la promesa de un futuro mejor en forma de matrimonio o un trabajo en restaurantes que les permitiría mantener a sus hijos. “Llegué a Líbano –cuenta Sally, seudónimo de una de las cinco jóvenes que consiguió escapar y dirigirse directamente a la oficina local de Hizbolá–, tras perder a mi familia en la guerra”. Una tarde, en Beirut hace más de dos años, la joven de 27 años conoció a 'P', también sirio y uno de los hombres clave de la trama. Convenció a Sally diciéndole que “se había enamorado” de ella, que quería casarse y así ayudarla a ella y a su hijo. Al poco tiempo, 'P' la llevó a Chez Maurice, un burdel en la localidad de Maamelten, situada en la bahía de Junieh, a 20 kilómetros al norte de la capital. Allí fue encerrada y golpeada hasta que se resignó a no exigir más su libertad. Forzada a prostituirse y sin posibilidad de escapar, recibía a hombres siete días a la semana, desde las seis de la tarde hasta altas horas de la noche. Los cabecillas de la red, formada por 18 hombres y mujeres, obligaban a las chicas a recibir hombres hasta las cinco de la mañana. Tras ser liberadas, las 75 chicas han pasado a estar bajo la tutela de ONG, cobijadas en varios centros donde reciben atención médica y apoyo psicológico por parte de una red de ONGs locales e internacionales, coordinadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Lisa Abou Khaled, portavoz de ACNUR, asegura que las mujeres serán reasentadas en terceros países cuando estén mejor y tras estudiar cada caso.

Protesta contra la esclavitud sexual y la prostitución ante el Palacio de Justicia de Beirut. 

La mitad de los más de cuatro millones de refugiados sirios en la región son mujeres, una cuarta parte, menores de edad. A ellos se suman los más de siete millones de desplazados internos en Siria debido al conflicto. En un informe publicado en Febrero, Amnistía Internacional (AI) advierte que las refugiadas sirias en Líbano “se enfrentan a mayores riesgos de explotación y acoso sexual”. La organización apunta que “el déficit en la ayuda humanitaria y las políticas discriminatorias impuestas por las autoridades libanesas· crean estas condiciones. “La mayoría de las refugiadas de Siria en Líbano sufren para sobrevivir, a veces en condiciones desesperadas” afirma Kathryn Ramsay, investigadora de género en AI. “Se enfrentan a la discriminación generalizada y muchos obstáculos a la hora de obtener comida, vivienda o un trabajo”. Sobrevivir es “más difícil” para estas mujeres, en especial para aquellas que son cabeza de familia, y “se enfrentan a un mayor riesgo de sufrir acoso, explotación y abuso en el trabajo y en las calles”. El descubrimiento de esta red de tráfico de mujeres y proxenetismo ha desatado la indignación en el país y un conflicto político. El líder del principal partido druso, Walid Jumblatt, escribió en Twitter que “esta red ha estado en funcionamiento durante años con altos funcionarios cómplices” de secretismo. La acusación apunta directamente a la policía. El ministro del Interior ha rebatido estas acusaciones, pero acaba de ordenar una investigación interna. La prostitución en Líbano es una práctica extendida a pesar de estar prohibida. El área de la bahía de Junieh, donde esta red operaba, es conocida por albergar la mayoría de burdeles y clubs nocturnos donde se práctica la prostitución. “Esto es una gran broma”, comenta indignado un conocido 'bloggero' local que prefiere mantener el anonimato por estar hablando de una cuestión “altamente politizada”. “Chez Maurice era conocido, desde hace al menos 20 años, por ser un burdel”. Dice que la mayoría de locales están abiertos gracias a la corrupción de aquellos que deberían prohibirlos, algo que han denunciado varias organizaciones y la prensa local. “La realidad es que, si no pagas o sobornas, te cierran el sitio”, concluye. “Lo sabe todo el mundo”.


Los países que asistieron a la Cumbre de Londres para ayudar a los refugiados sirios solo han asignado poco más del 16% del dinero estipulado para 2016, según un informe de la ONG Concern Worldwide. Ese dinero debería destinarse a ayudar a los países de la región que rodean a Siria, principalmente Turquía, el Líbano y Jordania, haciendo foco en la educación de los niños sirios y en aumentar las posibilidades de que los refugiados encuentren trabajo remunerado. En la conferencia de Londres, se aceptó que era muy probable que muchos refugiados vivieran un largo período de tiempo fuera de Siria y que, tal vez, nunca pudieran regresar a su país, destruido por una guerra civil que ya lleva cinco años.  Era la primera vez que, en un solo día, se recaudaba una suma dinero tan grande para una crisis humanitaria. Los países prometieron casi 5.400 millones de euros para 2016. Sin embargo, hasta mediados de abril, solo habían entregado 1.448 millones de euros. El informe indica que el 94% de los países aún no han convertido el dinero prometido en ayuda real y que 18 de los que se comprometieron a aportar dinero todavía no han destinado ningún fondo a ayudar, entre ellos Kuwait (uno de los anfitriones). Todavía está pendiente el 98% de la donación de Arabia Saudí, el 96% de la británica, más del 89% de la alemana Sólo tres donantes (Australia, Malta y Lituania) han asignado en su totalidad los fondos que prometieron. Según Simon Starling, responsable de la asesoría jurídica en Concern Worldwide y autor del informe, los donantes no han actuado con la rapidez que exige la situación y las estadísticas señalan que hay un lapso de tiempo crucial desde que los donantes se comprometen hasta que la ayuda se convierte en una realidad financiera. Los sirios son los que pagan el precio de este retraso. Además, según se dice en el informe, habiendo grandes necesidades humanitarias dentro del país, una gran parte de los fondos se desvían hacia los países vecinos. “La respuesta humanitaria en los países vecinos –dijo Starling– continúa obteniendo más fondos que la respuesta dentro de Siria, donde se encuentra la mayor cantidad de gente con necesidades; es necesario corregir este desequilibrio y los gobiernos donantes deben lograr que todas las partes del conflicto garanticen un acceso humanitario incondicional para llegar a los que más lo necesitan”. Pero, de acuerdo con los autores del informe, “hasta la fecha, los controles sobre los compromisos que se hicieron en la conferencia de Londres han sido inadecuados y poco transparentes… Para que la ayuda financiera se concrete, la campaña debe estar dentro de un marco temporal acordado”.


En un artículo titulado “Tiburones del PP”, David Torres señala en Público.es que pocas cosas hay más semejantes a una orgía de tiburones caníbales que cualquiera de las tramas corruptas del PP, ese bosque frondoso donde los corruptos se roban unos a otros sin orden ni concierto y donde la caja B desemboca en una caja C, la C en la D y así hasta completar el abecedario para seguir luego con los números. “Gracias al juez Eloy Velasco hemos sabido que Francisco Granados e Ignacio Palacios se quedaban con parte del dinero de las donaciones ilegales que recibían en nombre del PP madrileño. A lo mejor obedecían algún código interno de la organización o, simplemente, aplicaban una variante de ese viejo refrán que dice que quien roba a un ladrón tiene un treinta por ciento de comisión. En cualquier caso, aparte de la fétida evidencia que emana de todo esto, asusta pensar la cantidad de cosas que desconocía Esperanza Aguirre de sus colaboradores más íntimos. Llega a ignorar una sola podredumbre más y asciende a los cielos en cuerpo y alma, como Remedios la Bella. Es normal que, contemplando el latrocinio popular, los dirigentes acaben desconfiando unos de otros, expeliendo finiquitos en diferido y relegando a los más avariciosos o pardillos al proceloso limbo de ‘esa persona de la que usted me habla’. Ahora bien, si algo hay que reconocerle a esta gente es su capacidad por llevar las cuentas al milímetro, una obsesión matemática que, de haberse aplicado en los márgenes permitidos por la ley, no sólo nos habría sacado de la crisis sino que probablemente nos habría llevado a la cabeza de la economía mundial. En la libreta de Bárcenas y en el cuaderno confiscado a Granados hay tal profusión de asientos, cifras e iniciales como para fundar una biblioteca de ajedrez y llenar varias casetas de la Feria del Libro. Entre los extras y regalos con que los constructores aderezaron generosamente sus donaciones, figuran además cabezas de toro, trofeos de caza, cenas en restaurantes de lujo, relojes Cartier, paseos en limusina, boxes para caballos y picaderos equinos y de los otros. Juntas sobre una mesa producen un organigrama exacto no sólo de las dos décadas largas de administración pepera en la Comunidad de Madrid sino también del ecosistema natural de la mafia. Las ‘putitas’ (como cariñosamente se las denomina en el informe judicial) eran ‘de confianza’, un sintagma que expresa a la vez cariño y costumbre. Como diría un tiburón, la campaña electoral va viento en popa”.

       Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años, ahogado en una playa de Turquía.

“No vengáis a Europa”, titulaba Ignacio Gil en Fronterad.com, revista digital en la que muestra las lecciones incómodas de la crisis de los refugiados. Gil es fotógrafo. Lleva casi 20 años buscando imágenes de todos los campos para el diario ABC. La crisis de refugiados le ha hecho viajar a Serbia, Macedonia y Grecia, pero también a buscar a los protagonistas en España, desplazados que han conseguido asilo aquí y a quienes retrata para su blog. “Resulta difícil –explica Gil– entender las decisiones que el Gobierno comunitario está tomando ante lo que se considera la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Decisiones que se adoptan sobre la marcha y a trompicones. Porque Europa no tiene un plan. Desde hace meses, improvisa. Y, en este momento, están justo donde querían. Con los ojos cerrados, que ya se encarga Turquía”. Para Ignacio Gil, el cuerpo sin vida de Aylan, el 2 de septiembre, quien naufraga junto a su hermano Galip y su madre Rahan, hizo que se multiplicaran las declaraciones de buenas intenciones de algunos políticos europeos, liderados por Angela Merkel, en favor de la acogida de otros Aylan..  El 5 de septiembre de 2015, miles de refugiados entraron en Alemania, al grito agradecido de “¡Merkel es nuestra madre!”. Enseguida llegaría el otoño y después el frío invierno, pero no por eso se frenó el éxodo. Así que ahí empezó a cambiar el discurso.

Donald Tusk: ‘No vengáis a Europa’

Gil viajó a Lesbos (Grecia) a finales de diciembre de 2015 y vio cómo, con la vía búlgara cerrada tras cortar el paso por Turquía, con una valla de más de cuatro metros en 2012, una isla turística se convertía en cuestión de meses en un gigante campamento de refugiados. “A finales del año pasado, la parte norte de la isla, muy escarpada pero más cercana a la costa griega, había quedado relegada por el control de los guardacostas turcos y los vigilantes de Frontex… La zona de llegadas se situaba al sur de Mitilene, en una playa frente al aeropuerto. Hasta allí, llegaban las zodiac, sobrecargadas de personas y escasas de motor, que habían zarpado de noche y que llegarían de madrugada o durante las primeras horas de la mañana, tras una travesía incierta que podría durar entre 4 y 8 horas. Por la noche, voluntarios y periodistas esperábamos en la playa alrededor de una hoguera las llegadas para hacer nuestro trabajo. Pero eso quedaba en un segundo plano. Porque cuando las barcazas llegaban a la orilla faltaban manos para ayudar. Primero, había que calmarles y evitar que se tirasen al agua helada, ansiosos por tocar tierra. Aunque esa misma ansiedad enseguida se convertía en alegría por haber conseguido agotar otra pequeña parte de su inmenso trayecto. Llegar a Lesbos tiene un precio que hay que pagar a las mafias que operan desde la costa turca, donde ellos embarcan.  Un precio que, para un refugiado era de un mínimo de 600 euros por persona para un trayecto que cualquier turista o nacional puede hacer en los ferrys del estado griego por 30 euros. Un pasaje seguro al que no tenían acceso. Solo seis meses después del Welcome Refugees llegaría la frase lapidaria del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk: ‘No vengáis a Europa’…


“Unas horas antes –concluye Ignacio Gil–, los países limítrofes con Grecia habían cerrado escalonada pero definitivamente las fronteras. Y ese espacio, en tierra de nadie, que hasta el momento había sido un campo de tránsito, un lugar de paso, como lo era Lesbos, se convirtió en un lugar permanente para las más de quince mil personas que había allí. Si fue difícil trabajar en Lesbos, en Idomeni fue mucho peor. La tensión se había disparado y la situación era crítica. Los fotógrafos asistimos a escenas dramáticas; con familias numerosas, algunas compuestas por hasta tres generaciones, chocando contra la valla de Macedonia, pidiendo a gritos y llantos que les dejasen pasar, sin entender muy bien por qué se lo impedían. Pero pese a la restricción total, allí seguían llegado personas. Y así, en un lugar pensado para dos mil personas en tránsito empezaron a acumularse millares. Se saturaron los campos, faltaban recursos, las condiciones higiénicas eran deficientes y los médicos temían que se desatasen algunas enfermedades. Las circunstancias eran pésimas y los policías del lado europeo reprimían duramente cualquier intento de forzar el paso, defendiendo el fortín frente un temible enemigo compuesto mayoritariamente por mujeres y niños. Efectivamente la frase de Tusk fue el punto de inflexión que cambió la política europea sobre refugiados y migrantes económicos que solicitan asilo en nuestro continente. Después, se firmó el acuerdo con Turquía para devolver allí a todos los que pisaran, desde ese momento, el suelo europeo, porque ya no quedaba nada de las buenas intenciones. En seis meses se hundieron en el fondo del mar”.


Entre los fotomontajes de esta semana, presentamos el que presenta esta señora d ela tercera edad, montada a la escalera;  el de Rajoy, con el presidente francés, François Hollande; el de los regalos de un empresario a Granados (caballos, cabezas de toro y prostitutas); la portada de El Jueves (el golpe policial a la Cosa Nostra); el del humor español clásico…





El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Forges, Peridis, Vergara, M. Fondevila, Ferrán, J. R. Mora, Mel, Pat, Mauro Biani…























Pep Roig, desde Mallorca, nos recuerda: Europa naufraga, La búsqueda; Con el orden establecido, Venta de humo, Realistas y Hace siete años.





 Hace siete años Pep Roig ya dibujaba esto:

Entre los videos de esta semana, el grito de rabia de una maestra española de 42 años, en paro. ¿VENEZUELA? A MÍ QUE NO ME HABLEN DE VENEZUELA Yolanda garcia rebolloso
 Política, manual de instrucciones MEDIAPRO
 Juan Carlos Monedero - Los 1000 ATAQUES A PODEMOS PODEMOS ESPAÑA TV
 Publicada el pasado 24 mayo, la entrevista soñada de Bertín. Hitler y el mejor periodista de la zona euro, cara a cara y frente a la vitrocerámica. LATE MOTIV - Bertín entrevista a Hitler | #LateMotiv74 Late Motiv
 
 Fragmento del programa montado por Dani Vigo. Jekyll and Jill en Buenos Días Jekyllandjill Editores

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